Moscú y Kiev han realizado este sábado un proceso de intercambio de prisioneros. La comisionada presidencial para los Derechos Humanos en Rusia, Tatiana Moskalkova, ha confirmado que ambos países intercambiaron 35 detenidos de cada parte.
Rusia incluyó en la lista a 24 marineros detenidos durante el incidente en el estrecho de Kerch en noviembre del año pasado y 11 presos más, entre ellos, el director de cine Oleg Sentsov, detalló en un comentario para Interfax Mark Feiguín, quien defiende los intereses del detenido ucraniano Román Sushchenko.
El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, ha afirmado que el Kremlin celebra el regreso de los ciudadanos rusos a su casa y se alegra de que ese intercambio se haya concretado. A su vez, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha señalado que ha sido «un paso muy importante» que se ha concretado a pesar de las «provocaciones y dificultades objetivas».
«Es preciso mantener al máximo esa actitud enfocada en la resolución de los problemas y no en su agravamiento. La voluntad política y un trabajo duro y sistemático dan sus frutos», ha declarado.
Zajárova ha agregado que «la constante retórica antirrusa» no acercará al actual Gobierno ucraniano a la resolución de problemas económicos y de política interior, y que «el mejor algoritmo de las acciones son pasos concretos».
El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, ha calificado el intercambio como «la primera etapa para desbloquear el diálogo [con Rusia] y terminar la guerra [en el este de Ucrania]».
«Creo que el regreso de nuestros chicos es un acontecimiento muy alegre. Hemos dado un primer paso, me parece que fue muy difícil, y estoy seguro de que sabemos qué hacer a continuación. Luego vamos a acercarnos hacia el retorno de todos nuestros retenidos», ha declarado Zelenski en el aeropuerto de Boríspol, agregando que se centrará en negociar la retirada de las fuerzas en la región de Donbass según los acuerdos de Minsk.