Tras haber sido despedida de la presidencia de los Premios Grammy, Deborah Dugan presentó una denuncia de 44 páginas por los delitos de discriminación y acoso sexual.
Esta situación se da a días de la entrega de los galardones a la música, y según Dugan, se tomaron represalias en su contra después de que se quejó en diciembre de manejos de la organización.
Indicó que le pidieron contratar como consultor a Neil Portnow, pese a las acusaciones de sexismo y de haber violado supuestamente a una artista extranjera.
Deborah señaló que el 22 de diciembre envió un correo electrónico al jefe del departamento de recursos humanos diciendo que fue acosada sexualmente por Joel Katz, abogado y consejero general de la Academia.
En ese documento Dugan adelantó que tomaría acciones legales, y al poco tiempo llegó su licencia bajo lo que calificó como cargos falsos de mala conducta.
La Academia rebatió las afirmaciones de Dugan y expresaron que ofreció su renuncia a cambio de una liquidación de 22 millones de dólares.