Tres mexicanos ganaron el Oscar, mientras que el director surcoreano conquistó el streaming, una directora ovacionada en Cannes
En abril, Michelle Couttolenc, Jaime Baskcht y Carlos Cortés pusieron el nombre de México en alto al ganar el máximo premio de la Academia de Hollywood, un Oscar, por su trabajo en la película “Sounds of metal”, una historia de un baterista que pierde la audición, por lo que el filme muestra este proceso de manera sonora, de ahí que se reconociera su trabajo.
Los tres ingenieros de sonido tienen una amplia carrera en el séptimo arte, incluso Baksht y Couttolenc llevan trabajando 14 años juntos en cintas como “El Laberinto del fauno”. Pero para los tres ingenieros era importante crear esto dentro del país, y aunque sabían que este premio les abría las puertas, quieren seguir haciendo todo en el país.
Con más de 50 cintas en su historial, aseguraron que en tierra azteca hay talento de sobra para crear piezas de arte y como muestra estaba esta nominación, en la que lo más importante era que el gremio vio su trabajo.
Este trío pasa el año trabajando en distintas cintas de cualquier género y cuando no están en el estudio de grabación, están en una sala de cine y a partir de la nominación se dieron tiempo para dar charlas y motivar a los jóvenes a entrar a este mundo, especialmente Jaime, quien asegura que las nuevas generaciones vienen llenas de hambre y curiosidad por entrar a este mundo.
Tatiana Huezo
Tras un reconocido camino en el género documental, con trabajos como “Tempestad” (2016) y “El aula vacía” (1915); Tatiana Huezo debutó en la ficción con la cinta mexicana “Noche de fuego”, filme con el que el país busca obtener una nominación a la próxima ceremonia de los premios Oscar.
Con siete créditos como directora, en sus trabajos busca mostrar injusticia que viven las personas ante las autoridades e instituciones, y trata de humanizar a las víctimas para evitar que se conviertan sólo en estadísticas, al menos eso considera que ha hecho con sus obras, siendo la primera de ellas “El lugar más pequeño” (2011), es un documental sobre la guerra civil de El Salvador.
Huezo ha dicho que como documentalista es muy difícil vivir del cine, por lo que también trabaja en otras áreas relacionadas al séptimo arte, da asesorías y clases magistrales.
Desde el estreno de “Noche de fuego” en la 74a edición del Festival de Cannes, donde ganó una Mención Especial, la cineasta salvadoreña, radicada en México, señaló la importancia de visibilizar el daño colateral que deja la violencia que se vive en México, porque hasta el momento la gente la ha normalizado.
“Estamos como inmunizados, hemos dejado de ser conscientes de las dimensiones y del daño que ha hecho esto. Cómo ha permeado nuestra vida, familias, lenguaje y todo, y siento que es importante contar estas historias que muestran esas dimensiones para volver a mirar lo que está pasando,reflexionar y cuestionarnos muchas cosas”, ha dicho.
Desde entonces, el largometraje ganó distintos reconocimientos en los festivales donde se presentó, como en el Festival de San Sebastián donde fue reconocida como la mejor cinta latinoamericana.
Para Huezo entrar a la ficción fue un terreno complejo, porque a diferencia del documental, contó con el apoyo del productor Nicolás Celis (“Roma”) para crear cada uno de los escenarios que se ven en la película, una tarea titánica, pero placentera. También trabajó con los no actores que se sumaron al proyecto, impartiendo un taller durante tres meses.
Recientemente ganó el premio 400 Conejos en el FICM, que consiste en un monto de 120 mil pesos mexicanos, dinero que espera usar en otros proyectos. Actualmente, la directora ya prepara su siguiente trabajo, en el cual regresará al documental.
Hwang Dong-hyuk
El director surcoreano conquistó al mundo con la serie “El juego del calamar” en septiembre pasado, de inmediato Netflix dio a conocer que era la serie de mayor éxito en su plataforma en distintos países y aunque su auge fue rápido, materializar la historia no lo fue.
Hwang escribió la historia hace 10 años y cuando la presentó, los productores le dijeron que era una trama poco probable y hasta inverosímil. Pero luego de la pandemia de COVID-19 sintió que las diferencias económicas en el mundo cada vez eran más grandes, lo que lo llevó a presentar de nuevo su guion. Esta vez tuvo suerte, se filmó a finales del 2020 y principios de este año, bajó un estricto protocolo sanitario, el 17 de septiembre llegó a plataformas y el resto es historia.
Sin embargo, la serie no fue el primer trabajo donde el director expone las diferencias económicas, culturales y sociales. Desde que terminó la universidad, hizo varios cortometrajes y cintas, pero fue cuando terminó una maestría en Los Ángeles que presentó el primer proyecto que cobró fuerza. Se trata de “Miracle Mile” (2004), una historia que narra la vida de una joven coreana que está en búsqueda de su hermano que fue adoptado por unos estadounidenses.
En 2007 regresó al tema de la adopción en la cinta “My Father”, la crítica reconoció su manejo del perdón y la aceptación, sin abusar de la dramatización. En 2011, filmó la película “El crisol (silenciado)”, que fue de los materiales más destacados del cine surcoreano ese año. La historia está basada en la novela de Gong Ji-young, “The Crucible” y narra el abuso físico y sexual que sufren los jóvenes estudiantes sordos por parte de sus maestros y el personal administrativo.
También ha destacado en el género de comedia con el filme “Miss Granny”, donde una mujer de 74 años, recupera su apariencia física que tenía a los 20, lo que abre la puerta a distintas situaciones de comedia. Este proyecto decidió hacerlo para demostrarle al público de su país que también era un hombre divertido.
Recientemente dio a conocer que ya trabaja en la segunda temporada de “El juego del calamar”.