La Oficina de Prensa del Vaticano informó la noche del martes 18 que el estado de salud del pontífice presenta ligeros progresos respiratorios y motores y que esta noche no utilizó ventilación mecánica.
Se trata de «una buena noticia que hay que acoger con cautela», subrayó la Oficina de Prensa, ya que no significa que no vaya a utilizarla en los próximos días.
En resumen, «el cuadro clínico sigue siendo complejo en una situación estable», según el informe. Se espera un boletín médico la tarde de este miércoles.
Francisco acaba de aprobar un nuevo proceso de tres años para considerar reformas de la Iglesia católica, dijo el Vaticano el pasado fin de semana, en una señal de que el pontífice pretende continuar a pesar de la enfermedad.
Lo que ha hecho específicamente el papa es ampliar el trabajo del Sínodo de los Obispos, una iniciativa central de su papado de 12 años, que ha discutido reformas como la posibilidad de que las mujeres sirvan como diáconos católicos y una mejor inclusión de las personas LGBTQ en la Iglesia.
Apenas en octubre pasado, el Sínodo celebró en el Vaticano una cumbre de obispos sobre el futuro de la Iglesia que no dio resultados definitivos, por lo que ahora celebrará consultas con católicos de todo el mundo durante los próximos tres años, antes de organizar una nueva reunión en 2028.
Todo este nuevo proceso fue aprobado el martes por el papa desde el hospital Gemelli de Roma, donde se encuentra internado, aunque la información la dio a conocer el Vaticano hasta este sábado.
«El Santo Padre (…) está ayudando a impulsar la renovación de la Iglesia hacia un nuevo impulso misionero», dijo a periodistas del Vaticano el cardenal Mario Grech, responsable eclesiástico del proceso de reforma, citado por la agencia Reuters. «Esta es verdaderamente una señal de esperanza».