Elon Musk deja su cargo de asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras encabezar los esfuerzos para reducir y revisar la burocracia federal bajo el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Su marcha, anunciada el miércoles por la noche en un mensaje en su propia red social, X (antes Twitter), marca el final de un turbulento capítulo que incluyó miles de despidos, el desmantelamiento de agencias gubernamentales y litigios.
El multimillonario empresario luchó en el desconocido entorno de Washington, logrando mucho menos de lo que había esperado en un principio.
Redujo drásticamente sus objetivos de recorte del gasto público de $2,000 millones, luego a $1,000 millones, antes de recortarlo aún más hasta $150,000 millones.
También ha expresado con frecuencia su frustración por la creciente resistencia a las operaciones de la DOGE.