Elon Musk es una de esas mentes que, aunque prodigiosa, resulta impredecible. Aunque su vida laboral está pasando una de sus mejores etapas -no hay que olvidar el reciente viaje al espacio realizado por turistas en una de sus naves- en lo personal se encuentra en un momento más delicado, en plena separación de su novia Grimes.
Sus excentricidades son muy sonadas, especialmente las relativas a su fortuna. Con una riqueza que supera los 195.000 millones de dólares, Musk se considera una persona muy poco materialista y precisamente por ese motivo decidió vender todas sus propiedades inmobiliarias – nada menos que siete mansiones valoradas en más de 100 millones- entre el 2021 y 2021. Su explicación principal era que no quería distracciones en su proyecto de conseguir llegar a Marte, y al parecer estas casas lo eran. Pues bien, después de esta transacción muchos se preguntaban cuál sería el nuevo lugar elegido para vivir, y como era de esperar, surgieron todo tipo de teorías: en una cabaña, un búnker aislado del mundo… Las redes enloquecieron.
Su nueva residencia se emplazó en los cuarteles en Texas de SpaceX para poder centrarse más en su idea de llegar al planeta vecino, pero ahora parece haber cambiado de opinión adquiriendo una casa con la que presume de su frugalidad. Se trata de una construcción prefabricada que no llega a los 40 metros cuadrados -concretamente, tiene 37- y que tiene un precio de 50.000 dólares. «Mi primera residencia es una casa de 50.000 dólares que alquiló en Boca Chica, en SpaceX. Es asombrosa», así lo explicó el pasado verano en Twitter.
La empresa encargada de realizar este tipo de ‘casitas’, como llaman ellos, es Boxabl, una Start Up cuyos primeros proyectos se centraron en la creación de hospitales y refugios durante la pandemia y que ahora están empezando a comercializar su idea. En su web explican que las casas vienen prácticamente montadas y que son transportadas en un camión. En menos de un día se realiza la instalación donde el usuario desee porque, según cuentan, su objetivo consiste «en lograr que todo el mundo tenga acceso a una vivienda digna».
A pesar de su diminuto tamaño, está muy bien repartida y se basa en los espacios abiertos con los que conseguir un extra de amplitud. Está compuesta de una cocina americana que viene con un lavabo doble, horno, microondas, lavavajillas, una nevera XXL y una pequeña isla central que divide el espacio en dos partes. También incluye lavadora, secadora y un cómodo centro de planchado empotrado en una pared.
Por su parte el baño posee una ducha con bañera y un lavabo retroiluminado con un armario en la parte inferior. Tiene además una puerta corredera de vidrio gracias a la cual gana un extra de espacio. En el dormitorio no falta una cama matrimonial y varios armarios, donde una repisa hace de frontera con el salón a la vez que permite que aumente el espacio de almacenaje.
En cuanto a sus acabados, tiene suelo de madera y tampoco falta un sistema de calefacción y aire acondicionado. También posee una tecnología de aislamiento e iluminación LED que permiten mantener la temperatura, y ya de paso ahorrar dinero en la factura de la electricidad.
Uno de los datos más llamativos de dicha empresa es que antes de que el fundador de Tesla hiciese su adquisición, habían vendido sólo tres de estas casitas mientras que ahora la lista de espera es de más de 47.000 personas, según reporta Business Insider. Musk no es el primer millonario que presume de no ser materialista, no hay que olvidar algunos detalles de ‘personas normales’ de otros multimillonarios como por ejemplo el Casio de 50 euros del que no se despega Bill Gates, la casa de 35.000 dólares de Warren Buffett o el Volkswagen GTI que Mark Zuckerberg siguió utilizando durante años aunque su riqueza le permitiese adquirir un Ferrari.
me tienen harto de este tipo, que es la gana de andar sabiendo de el
Si tienes suerte la ultima casa de todo ser humano medirá, 1.70 M X 0.50 CMS.