El volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, que entró en erupción el pasado 19 de septiembre, cumple este viernes 89 días y se mantiene por cuarta jornada consecutiva con signos de agotamiento, como la ausencia de tremor (vibraciones que provoca el magma en el edificio volcánico), la deformación del terreno no es significativa y sigue sin emitir lava desde el cono.
La sismicidad, tanto la intermedia como la profunda, se mantiene baja. Sin embargo, los científicos advierten de que todavía hay que esperar ocho días para saber si estos datos se consolidan para poder hablar del principio del final de la erupción y que no es descartable un nuevo repunte en la actividad estromboliana y la emisión de coladas.
Antes de que se parara el tremor, el volcán emitió el pasado lunes enormes cantidades de dióxido de azufre y por primera vez en esta emergencia, los 33.000 vecinos de los tres municipios que han cruzado las coladas de lava (El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte) tuvieron que permanecer durante casi cinco horas confinados en sus casas y los escolares en sus centros educativos.
El Consejo de Ministros de este viernes ha aprobado un nuevo paquete de ayudas para los afectados por el volcán que incluye, entre otras medidas, duplicar las ayudas en materia de vivienda, más ayudas directas a agricultores, ganaderos y eximir a los pescadores de cotizar a la Seguridad Social mientras no puedan faenar.
Según datos del programa europeo de satélites Copernicus, un total de 2.988 construcciones han sido destruidas y la superficie de la isla afectada por el volcán alcanza las 1.237 hectáreas, dato que el Pevolca establece en 1.193 hectáreas.