El finalista de la Copa del Rey se decidirá en la vuelta del Santiago Bernabéu el próximo 27 de febrero después de que Barça y Real Madrid empataran en el Camp Nou (1-1) en un partido con muchas alternativas y que pudo caer para cualquer lado.
Los azulgrana solo pudieron contar con Messi durante media hora, pero pese a ello y el gol a los seis minutos de Lucas Vázquez salen con vida gracias a un tanto de Malcom, precisamente el sustituto de Leo en el ‘once’.
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La gran noticia llegó antes del choque, con la suplencia de Messi. Valverde optó por ser suplente y elaboró un plan en el que su gran estrella solo jugaría media hora. Fuera por la suplencia de Leo o por su inercia positiva, pero lo cierto es que el Madrid salió al Camp Nou con mucha personalidad, apretando en campo contrario y con Modric al mando de las operaciones.
A Vinícius, titular él y no Bale, se le vio más nervioso e impreciso de lo habitual, pero igual de incisivo. Falló en un par de contragolpes muy claros, pero fue el responsable de la jugada del gol. Profundizó por su banda, se la puso al segundo palo a Benzema y el galo a Lucas Vázquez, que se anticipó para marcar.
El Barça estaba perdido, sin rumbo ante un Madrid que nada tenía que ver con aquel que fue aplastado en el mismo escenario con Lopetegui en el banquillo. Un remate de Rakitic tras un córner se estrelló en el larguero, aunque las jugadas más peligrosas eran contragolpes blancos que no tuvieron final feliz ante la imprecisión de Vinícius.
Con el paso de los minutos, creció el Barça, y fue Malcom el que hizo mucho daño por su banda ante un Marcelo que sigue lejos de su mejor nivel, pero el partido era blanco al descanso. El paso por vestuarios confirmó que el choque había cambiado de dominador, y de una jugada por la izquierda llegó el empate.
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Jordi Alba ganó la espalda a la defensa blanca, Keylor salvó en primera instancia, en el rechazo Suárez estrelló el balón en el palo y Malcom finalmente disparó al fondo de la red. El Madrid estaba en problemas, y no solo por el empate: quedaba media hora de partido y además entraba al campo Leo Messi.
Con el argentino, el Barça mantuvo su dominio, pero sin ideas, y el Madrid poco a poco se recompuso y pudo incluso llevarse la victoria. En un balón a la espalda de la zaga tuvo que salir Ter Stegen, Benzema le cedió a Bale y el galés, sin portero pero con varios defensas, no controló bien y Semedo evitó el segundo tanto blanco.
En los minutos finales, dominio alterno y ninguna llegada clara, ambos tenían claro que la eliminatoria se decidiría en la vuelta, y para ella reservaron ambos fuerzas, el Bernabéu dictará sentencia.