Arthur Antunes Coimbra, mejor conocido como “Zico” es un exfutbolista brasileño que estaba llamado a ser el sustituto de una de las máximas figuras en la historia de este deporte: Edson Arantes do Nascimento «Pelé», sin embargo, nunca logró disfrutar de la gloria mundial, tras tres intentos.
En su cumpleaños 66, recordamos parte de la trayectoria de uno de los especialistas en el tiro libre y quien fue apodado como «el pelé blanco».
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Nació en Rio de Janeiro el 3 de marzo de 1953 y jugó 17 años con la camiseta del Flamengo. 13 de ellos de forma consecutiva en el inicio de su carrera y cuatro más después de volver de Europa. Al ‘Fla’ llegó teniendo 14 años de edad.
Pero Zico tal vez no será tan recordado por los equipos en los que jugó, sino por su forma de hacerlo y todo lo que construyó alrededor de esto. «A través de los años, el único jugador que se acercó a mi estilo de juego, fue Zico», dijo Pelé en alguna declaración.
Desde ya, a Zico le decían ‘el blanco Pelé’ y cuentan las leyendas que el Real Madrid verdaderamente se interesó en él, pero los tres millones de dólares que pedían por sus derechos deportivos, eran una cifra exuberante para la década de los 80’s, incluso para el equipo ‘blanco’.
Zico jugó en Udinese de Italia y en su primera temporada marcó 19 goles en 24 partidos. Michel Platini, jugando para Juventus anotó tan solo uno más, pero jugó seis partidos adicionales que el brasileño y se quedó con el botín de oro.
Arthur Antunes Coimbra estaba cansado de declarar «no me comparen con Pelé, por favor» y a pesar de que todos lo hacían, él pudo con esta presión y continuó una brillante carrera que no quedó marcada como la de otros por un simple hecho. Zico jugó tres mundiales, 1978, 1982 y 1986, pero no ganó ninguno.
La selección de Brasil del Mundial del 1982, celebrado en España, es reconocida por tener uno de los equipos más competitivos, con Sócrates, Eder, Falcao y, por supuesto, Zico. El equipo que dirigió Tele Santana fue tal vez uno de los últimos que realmente disfrutaban jugar al fútbol, entretener al público y olvidarse del marcador.
Y, precisamente, este fue su pecado. El mismo Zico reconoce que ese equipo jugó un campeonato y no un Mundial y por eso no ganó. Jugaban para disfrutar, sin importar el rival que tenían al frente y esto desgastó al equipo, no se reguló y al final cayó ante Italia, que luego celebró su tercera conquista.
Zico se retiró en 1994, tras pasar por Kashima Antlers de Japón, para luego volverse entrenador y darle la vuelta al mundo instruyendo su fútbol en distintos países.
El brasileño fue un especialista para cobrar tiros libres, tenía una velocidad inalcanzable, una gambeta de ensueño y una definición envidiable por los mejores delanteros de la época.
Pero era particularmente ‘de malas’. No solo no pudo ganar un Mundial, a pesar de conformar un equipazo, sino que también quedó en la historia como anotador de un gol que fue anulado por pitar el final del partido mientras la pelota estaba al aire, tras un cobro de tiro de esquina. Era el Mundial del 1978, en Argentina, en el debut de Brasil en la competencia ante Suecia. El resultado quedó 1-1 y el árbitro era el galés Clive Thomas.
Vistió 71 veces la camiseta de Brasil y anotó 48 goles, siendo así el cuarto goleador histórico de la ‘canarinha’, detrás de Pelé, Ronaldo y Romario. Ganó una Copa Libertadores (1981), una Copa Intercontinental (1981), Cuatro campeonatos brasileños (1980, 1982, 1983 y 1987), siete campeonatos locales de Rio y una liga japonesa en 1993.
Para el mundial de 1982 fue un verdadero crack. Yo estaba pequeño, pero era mi ídolo, no tenìa ni idea donde y quien era Brasil pero en mi retina quedo aquel exquisito jugador para el deleite de todos sus fanàticos.