La emergencia por el coronavirus ha llevado a que el rezo dominical del ángelus del papa Francisco haya sido transmitido este domingo en vídeo por varias pantallas gigantes colocadas en la plaza de San Pedro en lugar de en persona, cuando el pontífice se asoma a la ventana del palacio pontificio, aunque algunos cientos de turistas y fieles no dudaron en acercarse.
“Estoy cerca con la oración a las personas que sufren por la epidemia de coronavirus y a las personas que los cuidan”, expresó desde la biblioteca del palacio apostólico.
“Es extraña esta oración del ángelus, con un papa enjaulado en la biblioteca. Pero yo los veo y les estoy cerca”, dijo antes de comparecer en la ventana ante pocos fieles esparcidos en la plaza de San Pedro.
El domingo pasado, el líder católico había tosido en dos oportunidades durante el Angelus e hizo referencia al resfriado que lo obligó a cancelar varias actividades.
El Vaticano, donde ya se registró un caso de coronavirus, había anunciado que el rezo del ángelus dominical y la audiencia general del miércoles las celebrará Francisco desde la Biblioteca del palacio pontificio y serían transmitidas en video para evitar la congregación de público. “Estas decisiones son necesarias para evitar los riesgos de propagación de COVID-19 debido a la congregación de personas durante los controles de seguridad para acceder a la plaza, como también se requiere por las autoridades italianas”, indicó el Vaticano en una nota.
También se anunció que hasta el domingo 15 de marzo se suspenderá la participación de los fieles invitados a las misas que celebra cada mañana el papa en su residencia de la Casa de Santa Marta.
La medida se ha hecho necesaria sobre todo porque para acceder a la plaza los fieles y turistas, aunque ya escasos, se tienen que poner en fila para pasar los controles policiales e Italia ha decretado la necesidad de dejar un metro de seguridad entre las personas.
Además de los miles de personas que cada domingo acuden a oír al pontífice, las audiencias generales celebradas en la Plaza de San Pedro congregan a una media de 25.000 personas cada miércoles.
No son solo turistas y fieles los que acuden a estas celebraciones, sino que también grupos procedentes de todas las áreas religiosas, culturales, políticas o sociales, así como numerosos famosos, organizan sus visitas al Vaticano para acudir a la audiencia.
El papa ha pasado varios días resfriado, sin síntomas atribuibles a otras patologías, como especificó la oficina de prensa, y por ello no ha podido participar junto al resto de la Curia en los Ejercicios Espirituales de Cuaresma.
También se están tomando medidas de control de las personas que se acercan al papa emérito Benedicto XVI, de 93 años, que vive en la residencia Mater Ecclesia situada en los jardines vaticanos.
Como en el resto de países, el departamento de Salud e Higiene del Vaticano ha implementado las normas italianas y a sus empleados y habitantes “reitera la necesidad absoluta de la correcta aplicación de las normas de higiene”.
Se han instalado geles desinfectantes en las oficinas y se ha recomendado no viajar si no es necesario.