La tarde de este sábado, una de las parejas más icónicas del momento, nos referimos a Jennifer Lopez y Ben Affleck se dieron el sí en una enorme mansión propiedad del actor pero que esconde un oscuro pasado.
Y es que Ben Affleck trató de vender la casa con arquitectura inspirada en el Renacimiento griego, después de que en 2019 surgieran revelaciones que apuntaban a que la residencia era de un sheriff de Georgia propietario de esclavos.
Fue desde el año 2015, cuando Affleck trató de ocultar detalles sobre Benjamin Cole, un pariente por parte de su madre que era dueño de varios esclavos en el condado de Chatham y que habitaba en el terreno de dicha propiedad en Hampton Island.
De acuerdo con informes, Affleck compró la propiedad en 2003, pero las revelaciones presentadas en «Finding Your Roots» de PBS presentado por el profesor de la Universidad de Harvard Henry Louis Gates Jr hicieron que la estrella de Hollywood pusiera a la venta la lujosa propiedad años después.
Lujosa mansión
La propiedad conocida como «La Casa Grande», mide 6 mil pies cuadrados e incluye un puerto de aguas profundas, también incluye una casa de huéspedes de 10 mil pies cuadrados e instalaciones ecuestres.
Construida en el año 2000 y diseñada por el arquitecto James Strickland, fue ofertada en el mercado por 8.9 millones de dólares en 2018 pero bajó el precio a 7.6 millones el año siguiente.
Affleck señaló en una entrevista que se enamoró del área mientras filmaba «Forces of Nature» con la actriz Sandra Bullock a fines de la década de 1990, por lo que compró la propiedad por 7.11 millones.
Por lo que al decidir realizar su boda en el lugar, una casa de estilo plantación generó bastante controversia, ya que aunque en la actualidad aún se construyen residencias con ese estilo, hoy se han dejado de celebrar eventos en dichas mansiones debido al pasado de explotación y sufrimiento que albergaron.
Hoy en día, en estados Unidos muy pocas de las mansiones antiguas con plantaciones dejaron de realizar celebraciones de boda. Había más de 46 mil plantaciones en funcionamiento en 1860 en el sur del país norteamericano y casi 4 millones de esclavos.
En 2022 hay alrededor de 375 museos de plantaciones, la mayoría de los cuales no celebran bodas, ni ningún tipo de evento según un informe.
Desde hace tres años, varios sitios de planificación de este tipo de reuniones se comprometieron a dejar de promover las bodas en las plantaciones y de usar un lenguaje que las idealice.