Con más del 92 % de los votos escrutados, el candidato oficialista Santiago Peña, del Partido Colorado-ANR, se impone en las presidenciales de Paraguay con el 43,04 % de los votos, frente a la dupla opositora formada por Efraín Alegre y Sole Núñez (Concertación Nacional), que obtiene el 27,49 %, según lo anunció el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
En tercer lugar, se sitúa el senador Paraguayo Cubas (Cruzada Nacional) con el 22,66 % de los sufragios. Asimismo, el TSJE comunicó que la participación fue del 63,08 %, mientras que hubo 12.057 votos nulos y 62.751 en blanco.
En Paraguay no hay segunda vuelta electoral, lo que significa que el presidente y el vicepresidente salen elegidos por una mayoría simple de votos. La victoria de Peña y de su compañero de fórmula Pedro Alliana confirma la continuación del histórico Partido Colorado, que ha gobernado de forma ininterrumpida desde 1943, incluido el período de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), con excepción de la presidencia del progresista Fernando Lugo (2008-2012), que acabó siendo destituido.
Antes de que el recuento oficial de votos tocara a su fin, el presidente saliente, Mario Abdo Benítez, felicitó a Peña por su victoria, al tiempo que agradeció al pueblo su «gran participación». «Trabajaremos para iniciar una transición ordenada y transparente que fortalezca a nuestras instituciones y a la democracia del país», tuiteó.
Por su parte, el expresidente de la nación y líder del Partido Colorado, Horacio Cartes, también se sumó a los mensajes de felicitación. «Todo nuestro apoyo y confianza para su futura gestión al frente de tan importante responsabilidad», declaró.
Además de la Jefatura del Estado, estos comicios generales y locales renovaron 45 escaños del Senado, 80 de la Cámara de Diputados, al tiempo que fueron elegidos 17 gobernadores y 17 juntas departamentales.
Las mesas electorales cerraron a las 16:00 (hora local), si bien en ese momento aún había colas de electores que esperaban para votar. En Paraguay, el sufragio es obligatorio para las personas de entre 18 y 75 años, exponiéndose quien no acude a votar a una multa de un jornal mínimo, que asciende a cerca de 100.000 guaraníes (14 dólares).
Incidentes durante la jornada electoral
La jornada no estuvo exenta de incidentes y peleas en algunos colegios electorales de Asunción y Sapucái. Poco antes de la apertura de los centros de votación, representantes del Partido Colorado exigieron que las máquinas de votación electrónica se colocaran en el interior de las aulas y no en los pasillos, como lo dispuso el Tribunal Superior de Justicia Electoral.
Más allá de estos incidentes, se reportaron denuncias por irregularidades en el voto asistido. Desde el TSJE acentuaron que el código electoral estipula que el voto asistido puede ser ejercido por personas no videntes o que carecen de algún miembro superior. «Hay gente que se desplaza lentamente o con bastón y quieren asistencia, esto está prohibido. No tiene por qué llegar acompañado», señaló el titular del organismo, Jorge Bogarín, citado por el diario El Independiente.
«Renovación» del oficialismo
Peña, un economista de 44 años que trabajó en el Banco Central y después en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en EE.UU., se presentó a estos comicios como «la renovación» del Partido Colorado.
Durante su campaña, el abanderado del oficialismo intentó desmarcarse de su mentor, el expresidente Horacio Cartes, a quien la justicia de EE.UU. ha denunciado y sancionado por presuntos sobornos, tráfico de influencias y lavado de dinero. Fue Cartes quien impulsó la carrera de Peña en 2015, al designarlo como ministro de Hacienda.
A finales del año pasado, debido a un abierto enfrentamiento entre Cartes y Abdo Benítez, el Partido Colorado llegó dividido en dos grandes bloques a las elecciones internas de candidatos presidenciales. Cartes apoyó a Peña y Abdo al exsenador Arnoldo Wiens, pero el actual mandatario sufrió una dura derrota política frente a su antecesor, quien, además del triunfo de su candidato, también obtuvo el liderazgo del Partido Colorado.
En medio de estos escándalos, Santiago Peña se presenta como valedor de la transparencia. Entre sus promesas figura el combate a la evasión de impuestos, así como la creación de 500.000 empleos para reducir la economía informal; el control de la inflación; el mantenimiento de los precios de los servicios de energía y el aumento de programas sociales.