El deseo de Navidad del papa Francisco es que haya fraternidad entre las personas de distintas religiones, razas o ideas, y por ello exhortó al mundo a poner a un lado los “intereses partidistas” para encontrar una solución política a las guerras en Siria y Yemen, y a los conflictos en Ucrania y la península de Corea.
Ante decenas de miles de turistas, peregrinos y romanos reunidos en la Plaza de San Pedro, Francisco dijo este martes 25 de diciembre, día en que se celebra el nacimiento de Jesucristo, que el mensaje universal de la Navidad es que “Dios es un buen Padre y todos somos hermanos y hermanas”. «Esta verdad es la base de la visión cristiana de la humanidad”, señaló Francisco en su tradicional mensaje» Urbi et Orbi»(A la ciudad y al mundo).
Sin fraternidad, según el pontífice, “incluso nuestros mejores planes y proyectos corren el riesgo de ser desalmados y vacíos”. Agregó: “Nuestras diferencias, entonces, no son un detrimento o un peligro, son una fuente de riqueza”.
Francisco hizo su llamado en momentos en los que las tendencias hacia el nacionalismo y la hostilidad hacia los migrantes y refugiados han cobrado fuerza en gran parte del mundo desarrollado. Es así como el Papa pidió aceptar ese mensaje “entre cada nación y cultura”, de aceptar que hay gente “con ideas diferentes, pero capaces de respetarse, de escucharse unos a otros”.
Finalmente, Francisco suplicó, nuevamente, a la comunidad internacional “trabajar con empeño para lograr una solución política que deje a un lado las divisiones y los intereses partidistas, para que el pueblo sirio, especialmente los que se vieron obligados a huir de sus tierras para buscar refugio en otros lados, puedan regresar y vivir en paz en su propio país”.
«… Ha condenado la profunda brecha entre ricos y pobres, informa Reuters.»
«En nuestros días, para muchas personas, el significado de la vida se encuentra en poseer, en tener un exceso de objetos materiales. La codicia insaciable marca toda la historia humana, incluso hoy, cuando, paradójicamente, algunas personas cenan exuberantemente mientras que demasiados viven sin pan diario necesario para sobrevivir», dijo el papa Francisco durante la sexta misa del Gallo de su pontificado.»