El papa Francisco, que está siendo tratado en un hospital de una neumonía bilateral, no corre peligro de muerte pero aún no está curado, dijo el viernes, Sergio Alfieri, médico del hospital Gemelli junto al médico de la Dirección de la Sanidad del Vaticano, Luigi Carbone.
“¿Está fuera de peligro? No. Pero si la pregunta es ‘está en peligro de muerte’, la respuesta es ‘no’”, dijo Alfieri en una rueda de prensa, en la que agregó el el argentino no está conectado a ninguna máquina y que está bromeando con sus colaboradores.
Los médicos que le atienden aseguraron que “está mucho mejor de cómo llegó”, pero eso no quiere decir que “esté fuera de peligro” y que Francisco “sabe que su situación es grave”.
Explicaron que Francisco sufre una bronquiectasia y una bronquitis asmática crónica y por tanto es un “paciente frágil” en este aspecto, pero que “no presenta otras patologías” y que tiene “un corazón fuerte” y aseguraron que “está respondiendo bien al tratamiento”.
Alfieri, responsable de Cirugía del Gemelli y que operó al papa en las anteriores ocasiones, aseguró con confianza que este volverá a su residencia de Santa Marta a seguir el tratamiento, pero advirtió de que siempre tendrá el problema de la bronquiectasia crónica, lo que implica problemas respiratorios.
El mayor peligro, explicó Alfieri, “es que uno de estos gérmenes o bacterias, puedan pasar a la sangre y se produzca una sepsis” y entonces “podría ser muy difícil de curar”, pero el papa no tiene nada de esto e “incluso se han reducido algunos fármacos respecto a su ingreso”
La de este viernes fue la primera actualización en persona sobre la condición del argentino, y los médicos adelantaron que permanecerá hospitalizado al menos toda la próxima semana. El Papa está recibiendo suplementos ocasionales de oxígeno cuando lo necesita a través de una cánula nasal, un tubo delgado y flexible que suministra oxígeno por la nariz. Está respondiendo a la terapia farmacológica reforzada que está recibiendo para combatir la neumonía y una infección pulmonar compleja, dijeron sus médicos el viernes.
Carbone dijo que Francisco estaba respondiendo a la terapia farmacológica que se “reforzó” tras el diagnóstico de la neumonía a principios de esta semana. También está luchando contra una infección múltiple de bacterias y virus en las vías respiratorias.
Francisco ingresó en el hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero tras agravarse una bronquitis. Más tarde, los médicos diagnosticaron una infección respiratoria compleja, con bacterias, virus y otros organismos, y la aparición de neumonía en ambos pulmones, además de bronquitis asmática. Le prescribieron “reposo absoluto”.
Antes de la actualización del equipo médico el viernes, el Vaticano dijo que Francisco marcó el punto de una semana en su estancia en el hospital por levantarse y salir de la cama para tomar el desayuno. A última hora del jueves, el Vaticano informó de una “ligera mejoría” en su estado clínico general, con su corazón funcionando bien.