La defensa de Harvey Weinstein le dijo al jurado que no hay absolutamente ninguna evidencia contra su cliente y que cada mujer que testificará en su juicio es una actriz que desempeñará un papel en el estrado, todo para encajar en la narrativa del #MeToo.
“Miren a mi cliente”, dijo Werksman señalando a Weinstein. “Él no es Brad Pitt o George Clooney. ¿Creen que estas hermosas mujeres tuvieron sexo con él porque es atractivo? No, es porque es poderoso”.
Mark Werksman dijo a los miembros del jurado que van a escuchar “acusaciones falsas e indemostrables” de mujeres que aceptaron tener sexo consensuado con Weinstein, pero años después, ahora están avergonzadas y mienten sobre lo que realmente sucedió.
Weinstein, de 70 años, ya cumple una condena de 23 años de prisión tras haber sido encontrado culpable por delitos sexuales en el estado de Nueva York. De confirmarse la condena en Los Ángeles, podría sumar otros 100 años de prisión.
Werksman dijo al jurado que Hollywood ha cambiado hoy, pero en el pasado, el “sexo transaccional” era parte de la industria. “El sexo era una mercancía” para “hombres ricos y poderosos, como mi cliente”, dijo el abogado de Weinstein, quien incluso obtuvo su propio apodo: “el casting del sofá”.
“Puede haber sido un concepto desagradable y vergonzoso -reconoció- pero todos lo hicieron”, dijo Werksman. “Todos lo hicieron. Él lo hizo. Ellos lo hicieron.”
El letrado también cargó contra el movimiento #MeToo, que se desató en 2017 por la oleada de denuncias contra Weinstein, convirtió a su cliente en el “Chernobyl de Hollywood”, y lo colocó en la parte “radiactiva ardiente” del “chico malo”.
La fiscalía había dicho al jurado que Weinstein, un violador ya condenado, “era un depredador en serie” que usó las reuniones de negocios como excusa para agredir sexualmente a las mujeres durante décadas. Y señalaron que el poder de Weinstein le permitió aprovecharse de las aspirantes a la industria del entretenimiento agrediéndolas y acosándolas, lo que los hizo temer las represalias de Weinstein.
Durante la declaración de apertura del fiscal, se presentaron al jurado citas de mujeres que testificarán en el juicio, compartiendo sus acusaciones de sexo oral forzado, manoseos y violaciones.
“Van a escuchar el testimonio de ocho mujeres diferentes que fueron asaltadas por Harvey Weinstein”, dijo el fiscal Paul Thompson en su alegato inicial, en el que utilizó un lenguaje más que gráfico a partir de las declaraciones realizadas por las denunciantes.
“Yo lloraba y él seguía intentando meter su pene en mi boca”, según una de ella. “Tenía mucho poder y me asustaba su lado malo”.
Ahora afronta un total de 11 cargos que implican a cinco mujeres, mientras otras aparecen solo como testigos. Todo ocurrió entre 2004 y 2013, siempre bajo la jurisdicción de California. Los nombres de las cinco víctimas de este nuevo sumario no aparecen en la causa. Son Jane Does, de la 1 a la 5.
En el supuesto de un veredicto de culpabilidad en Los Ángeles, al ex magnate del cine podría ser condenado a cadena perpetua.
La relevancia de este fallo reside en que, una vez que la corte de apelación de Nueva York aceptó el asunto por cuestiones formales y, por tanto, podría revocar esa primera sentencia, la de California le impediría recuperar la libertad.
Como sucedió en el primer juicio, Weinstein también niega todos los cargos y sostiene que las relaciones sexuales con las mujeres que lo denuncian siempre fueron consentidas.
Hasta el momento, solo se conoce la identidad de aquellas que han decidido darse a conocer. Una de ellas es Lauren Young, modelo y actriz, que ya participó como testigo en el juicio en Nueva York.
Además, entre las demandantes figuran una modelo italiana, así como la cineasta Jennifer Siebel, otra presuntamente acosada por Weinstein y que en la actualidad es la esposa del gobernado de California, el demócrata Gavin Newson.
Según Siebel, el productor de “Pulp fiction” o “Shakespeare in love” , la agredió sexualmente en 2005. Aseguró que era una joven ingenua que quería progresar en su carrera como actriz. Acudió a una cita y se encontró que era en la habitación de un hotel.
Cuando la defensa se enfrentó al jurado, instó al jurado a usar su “sentido común” y darse cuenta de que no hay evidencia forense, como muestra de semen o video de vigilancia de cualquier actividad delictiva para respaldar. “Cada una se reducirá a ‘créanme’”, dijo el abogado de Weinstein sobre las víctimas. La fiscalía planea traer a un psiquiatra forense para que sirva como testigo experto para hablar al jurado sobre las consecuencias de una violación.
Werksman en lugar de centrarse en su poder en Hollywood, volvió a centrarse en los humildes comienzos de Weinstein y le dijo al jurado que trabajó duro para lograr el éxito e instó al jurado a no distraerse con las historias de aviones privados y fiestas de celebridades. Y aseguró que las mujeres que tuvieron “sexo consensuado” con Weinstein es porque querían explotar su conexión con el productor.
El abogado de Weinstein pasó gran parte de su tiempo durante las declaraciones de apertura enfocándose en Jane Doe #4, quien se reveló como Jennifer Siebel Newsom, la actriz y directora que está casada con el gobernador de California Gavin Newsom, quien acusó a Weinstein de violarla en una habitación de hotel en 2005. Se ha convertido en una voz destacada contra el acoso y las agresiones sexuales en los últimos años.
Werksman le dijo al jurado que durante la supuesta violación en 2005, Siebel Newsom fingió un orgasmo para terminar el ataque rápidamente. El abogado de Weinstein dijo que no hay una “señal de consentimiento más entusiasta” que “sí, sí, sí”, razón por la cual, dijo, “el Sr. Weinstein creía que ella consintió”.
El abogado de Weinstein también señaló que Weinstein fue un gran donante del partido demócrata y contribuyó con dinero a Gavin Newsom a lo largo de los años. Señaló que en 2007, Weinstein tuvo a la pareja como invitados a una de sus fiestas, durante la época en que Newsom era alcalde de San Francisco. “Ella trajo a su esposo para conocer y festejar con su violador. ¿Quién hace eso?, dijo el abogado. “Tomó dinero del violador de su esposa para sus campañas políticas”.
Werksman dijo que si Siebel Newsom no tuviera su lugar actual en la política hoy, “sería solo otra tonta que se acostó con Harvey Weinstein para salir adelante”.