Beryl, primer huracán de la temporada atlántica de 2024, tocó tierra este lunes como un potente huracán de categoría 4 en la isla caribeña de Carriacou, que forma parte de Granada, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
“El ojo del huracán Beryl tocó tierra en la isla de Carriacou”, señaló en la red X el NHC, al alertar a los residentes de la región por condiciones meteorológicas de alto riesgo con vientos que rápidamente aumentarán su intensidad.
El “extremadamente peligroso” huracán Beryl llegó este lunes al sur de las islas de Barlovento como un poderoso huracán categoría 4 con vientos y marejada ciclónica “potencialmente mortales”, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos.
La agencia federal señaló que la pared del ojo del huracán, con vientos máximos sostenidos de 220 kilómetros por hora, se mueve ya sobre la isla Cariobacú.
El NHC urgió a los residentes en las Islas Granadinas y la isla Cariobacú a no abandonar su refugio ya que los vientos de Beryl, el primer huracán de la temporada atlántica, aumentarán rápidamente dentro de la pared del ojo del ciclón.
Entretanto, la Copa América puede respirar aliviada con las proyecciones para el huracán Beryl, que no parece que vaya a acercarse a Estados Unidos, pero las temperaturas extremas seguirán siendo la tónica dominante en los próximos partidos entrando a la fase de eliminatorias.
Beryl, de categoría 3, avanza ahora mismo por el sur de las Antillas en dirección oeste hacia México, donde se espera que toque tierra en la península de Yucatán.
Solo un cambio repentino en las condiciones meteorológicas haría que Beryl desviase su ruta hacia el norte del golfo de México, en ese caso pudiendo afectar tanto a Florida como al área de Houston, en Texas, sedes del torneo.
Pese a que Beryl no parece una amenaza, sí que seguirán siendo protagonistas las altas temperaturas que han dominado la Copa América hasta ahora y que han dejado más de una anécdota, como el desmayo de un árbitro asistente durante un Perú-Canadá en Kansas City a 40 grados.