Con una victoria contundente por 6-3, 6-3 y 6-0 sobre el noruego Casper Ruud, de 23 años, el español Rafael Nadal hizo valer los pronósticos que lo daban como favorito para llevarse una vez más el título de París, donde no pierde una final.
Esta nueva corona representa para el tenista ibérico el 22 Grand Slam a su palmarés y se convierte en el mejor tenista masculino de la historia, sin posibilidades que el suizo Roger Federer o el serbio Novak Djokovic puedan arrebatarle su reinado.
Mientras tanto, deja abierta la posibilidad de convertirse en el mejor de todos los tiempos, pues queda a dos títulos de Margaret Court, que suma 24, y Serena Williams, con 23.
«Para mí, es increíble jugar aquí. No sé qué pasará en el futuro, pero voy a seguir luchando», expresó el tenista de 36 años, quien sufre de lesiones nerviosas en sus piernas y debió jugar infiltrado a partir de la segunda ronda de este torneo. «Me encantaría seguir compitiendo, así que la próxima semana voy a hablar con varios médicos y contemplar diversas opciones», apuntó.