El coronavirus puede afectar la capacidad auditiva de los recuperados, sostiene un grupo de científicos de la Universidad de Mánchester (Reino Unido) cuyo estudio fue publicado este 31 de julio en la revista The International Journal of Audiology.
En el marco de su investigación, los audiólogos entrevistaron a 121 pacientes, 8 semanas después de que fueran dados de alta, y el 13,2% de ellos (16 personas) aseguraron que tenían problemas de audición. En detalle, 8 personas se quejaron del deterioro de la audición, mientras que otras 8 dijeron que sufrían tinnitus (oían golpes o sonidos que no procedían de ninguna fuente externa), señala un comunicado del establecimiento educativo.
En ese contexto, Daily Mail recoge que 4 personas del grupo, que notó el deterioro auditivo, ya tenían problemas antes de infectarse con el virus. Además, el historial médico de 3 de los pacientes con tinnitus ya contenía la pérdida auditiva.
Cabe destacar que la edad promedio de los individuos con problemas auditivos era de 64 años.
Se necesitan más estudios
Por su parte, el profesor de audiología en la universidad, Kevin Munro, afirmó que ya se sabe «que los virus como sarampión, paperas y meningitis pueden causar pérdida auditiva y los coronavirus pueden dañar los nervios que llevan información hacia y desde el cerebro». «Es posible, en teoría, que el covid-19 pueda causar problemas con parte del sistema auditivo, incluso el oído medio o la cóclea», agregó.
Al mismo tiempo, Munro destacó la necesidad de estudios adicionales para «investigar los efectos agudos y temporales del covid-19 en la audición y el sistema audiovestibular».
«Mientras que confiamos razonablemente en la diferenciación de cambios prexistentes en la audición y tinnitus, recomendamos cautela», reiteró, sugiriendo que otros factores pueden influir en los problemas que existieron antes. «Esto puede incluir estrés y ansiedad, incluso el uso de máscaras faciales que pueden hacer la comunicación más difícil, medicamentos usados para tratar el covid-19 que podrían dañar al oído u otros factores» que están relacionados con una enfermedad grave, concluyó el científico.