El Congreso de Estados Unidos votará este miércoles si somete al presidente Donald Trump a un impeachment o juicio político en el Senado a raíz del escándalo de Ucrania. Cumplidos casi tres años de una presidencia turbulenta, plagada de conflictos e investigaciones, han sido las presiones del mandatario republicano al presidente ucranio Volodímir Zelensky, para llevar a cabo investigaciones que dañasen al exvicepresidente y aspirante demócrata Joe Biden, las que han puesto al mandatario al borde de este procedimiento extraordinario, contemplado en la Constitución y que puede acabar con la destitución de un mandatario.
El voto en la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, llega tras casi dos meses de investigación parlamentaria que Trump ha combatido frontalmente, no solo con sus habituales proclamas en Twitter, sino también negándose a colaborar o a defenderse, además de bloqueando la declaraciones o entrega de documentos por parte del Gobierno. Las protestas subieron de temperatura este martes, la víspera del día D en la Cámara baja, cuando envió una durísima carta a su presidenta, la veterana demócrata Nancy Pelosi, acusándola a ella y a los suyos de atentar contra la democracia americana.
Horas después, Pelosi envió su propia misiva a los legisladores: «Mañana, la Cámara de Representantes ejercerá una de las atribuciones más solemnes que le otorga la Constitución, cuando se reúna para aprobar dos artículos de acusación contra el presidente», anunciaba.
Este miércoles será un día de frases grandilocuentes en Washington, de miradas solemnes, de citas a los padres fundadores a la nación. También habrá manifestaciones y, probablemente, unos cuantos tuits airados de Trump. Lo que no se espera son sorpresas. El proceso previo de impeachment salió adelante gracias a la mayoría demócrata de la Cámara y esa misma mayoría votará a favor de juzgar a Trump en el Senado. Una vez en la Cámara alta, cambiarán las tornas y será la mayoría republicana la que, salvo sorpresa, absuelva al presidente.
El Comité Judicial de la Cámara ha acusado a Trump de abuso de poder y obstrucción al Congreso. El primer cargo, por maniobrar para que la justicia ucrania llevará a cabo dos investigaciones: una, sobre Joe Biden, precandidato demócrata, y al hijo de este, Hunter, que estuvo a sueldo de una empresa gasista en ese país cuando el padre era vicepresidente. La otra, sobre la supuesta campaña de injerencia lanzada desde Ucrania en las elecciones presidenciales en EE UU de 2016 para favorecer a los demócratas.
El cargo de obstrucción se debe al torpedeo de las investigaciones por parte del mandatario.
A partir de ahora, los senadores deberían repasar los testimonios, llamar a nuevos testigos si lo ven necesario, examinar los documentos, las pruebas, y decidir si, en efecto, el presidente de Estados Unidos ha cometido algún “crimen o falta grave”, como dice la Constitución, que haga necesaria su destitución.
Pero la deliberación se antoja una pantomima. El grueso de los legisladores demócratas ve a Trump culpable y la totalidad de los republicanos lo considera inocente. Este miércoles, con 233 de los 431 escaños ocupados por demócratas, el juicio al presidente se da por descontado. En el Senado, con 53 senadores republicanos del total de 100, también está amarrada la absolución, ya que un veredicto culpable requiere la mayoría de dos tercios.
Es la tercera vez en la historia que Estados Unidos procede al impeachment de un presidente. El primero, Andrew Johnson, en 1868, lo superó por un voto. El segundo Bill Clinton, en 1999, también quedó exonerado. Richard Nixon, que sí vivió la investigación previa, no llegó al Senado porque dimitió antes por el caso Watergate.
Viejo trumpudo y racista que lo destituyan y qué lo metan preso igual que uvieran de aser con Quijano y los demás corruptos frentudos y los de los otros partidos pero con este fiscal inútil no hay esperanza