El Banco Central de Venezuela publicó estadísticas sobre la situación económica del país después de más de 3 años sin haberlo hecho.
La última publicación fue en febrero de 2016 cuando reveló que la inflación del año anterior (2015) había sido de 180%.
Los datos publicados este martes demuestran el colapso de la economía venezolana.
El índice de precios al consumidor para el año 2018 fue de 130.060,2%, la tasa más alta registrada en la historia reciente del país que, sin embargo, es muy inferior a lo que registró la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, que calculó esa cifra en casi 1.700.000%.
En contraste con ambos, el Fondo Monetario Internacional estimó que en 2018 la inflación de Venezuela fue de 929.789,5%.
Los datos arrojados por el BCV indican que el proceso hiperinflacionario que atraviesa Venezuela inició a finales de 2017 y se mantenía hasta el primer trimestre de este 2019.
Con respecto al producto interno bruto, las cifras publicadas por el ente financiero revelan que Venezuela ha estado en contracción desde el primer trimestre del año 2013.
El indicador más reciente al respecto apunta que la economía venezolana se contrajo 22,5% en el tercer trimestre de 2018 en comparación con el mismo período del año 2017.
Entre el tercer trimestre del 2013 y el tercer trimestre del 2018, la economía venezolana se contrajo 52,3%, si se realiza el cálculo con base en las cifras que publicó el organismo.
Esto significa que el tamaño de la economía de Venezuela se redujo a la mitad en un lapso de 5 años.
Entre otros datos que arroja, destaca la caída de las exportaciones de petróleo, tomando en cuenta que el 98% de los ingresos en exportaciones provienen del sector petrolero del país (un dato que reporta la OPEP).
Según la balanza de pagos, las exportaciones petroleras en 2013 eran de 85.603 millones de dólares, en 2015 cayeron a 35.136 millones y en 2018 fueron de 29.810 millones de dólares.
Esto evidencia, según los propios datos oficiales, que la caída de la producción petrolera se produjo antes de las sanciones que anunció Estados Unidos contra la industria petrolera venezolana en enero de 2019.
En esa misma tabla, se especifica también una caída superior al 86% de las importaciones no petroleras entre 2013 y 2018, año en que asumió el poder Nicolás Maduro.
Según el BCV, las importaciones no petroleras se ubicaron en 44.067 millones de dólares en 2013, mientras que en 2018 fueron de 5.835 millones.
La noticia adquiriera más notoriedad si explicaran que es causa de las sanciones impuestas por el imperio estadounidense en contra del pueblo venezolano, en su afán de generar inconformidad para derrocarl al gobierno y apoderarse de sus recursos.