El Liverpool, vigente campeón de la Premier League, sufrió la mayor humillación de su historia en la Premier ante el sorprendente Aston Villa, que suma sus tres partidos por victorias. Un increíble 7-2 que tuvo un protagonista destacado, el mediapunta inglés Ollie Watkins, autor de un ‘hat trick, pero también del codiciado Jack Grealish, que marcó dos y dio un par de asistencias letales.
El partido siguió el guión opuesto al esperado desde el inicio. Un error en el pase de Adrián, relevo en lugar de un Alisson que sufrió una lesión de hombro en el entrenamiento del sábado, la aprovechó Grealish para servir en bandeja el 1-0 a a Watkins, recién fichado por el Aston Villa al Brentford por una cifra récord en su historia (30 millones de euros). “¿Por qué no chutas arriba?”, le recriminó Jürgen Klopp desde la banda al meta andaluz.
Emi Martínez frena al Liverpool
Tras este primer golpe en el minuto 7 y una clara ocasión desperdiciada por Ross Barkley totalmente solo, el Liverpool pareció llevar el partido al escenario previsto con sus características rápidas triangulaciones en ataque, pero se encontró con la soberbia réplica de Emi Martínez, otro recién llegado del Arsenal.
Pero el Aston Villa volvió a castigarle a la contra con un gran pase al espacio de Grealish a Watkins, que recortó y clavó el balón en la escuadra (22’). Mohamed Salah pareció meter al Liverpool en el partido al fusilar por fin a Emi tras un balón perdido (33’), pero la amplia posesión de los ‘reds’ no les dio para más debido a las ausencias de Jordan Henderson, el jugador que les da equilibrio en la media, y Thiago, en cuarentena tras dar positivo de Covid-19 al igual que el delantero Sadio Mané.
Un Aston Villa con el santo de cara
El partido estaba roto y, mientras al Liverpool no le salía nada, al Aston Villa le entró todo, ya que tres de sus goles fueron de rebote. El primero de ellos fue, tras un córner, obra de John McGinn, cuyo disparo rebotó en Virgil van Dijk y despistó a Adrián (35’). Poco después Watkins completó su ‘hat trick’ y hurgó en una herida que cada vez sangraba más al cabecear un centro de Trezeguet (39’).
Tras el descanso se esperaba la reacción del Liverpool. Klopp lo intentó dejando en la caseta a Naby Keira para dar entrada a Takumi Minamino, pero la suerte seguía aliada con el Aston Villa y Barkley, que había fallado varias ocasiones claras, situó el 5-1 con un disparo desde fuera del área que tropezó en Alexander-Arnold y se envenenó (55’).
Baldío doblete de Salah
Salah aprovechó una pérdida de balón en el minuto 59 para completar su doblete a pase de Firmino (lleva 5 goles), pero el Liverpool desistió definitivamente de intentar la gesta cuando Grealish soltó un latigazo que rebotó en Fabinho y se coló (66’).
Ahí el campeón se dio cuenta de que no podía luchar contra un rival al que se salió todo y Grealish completó su gran actuación al establecer el 7-2 tras escaparse solo.
Y el Everton tras el parón
El Liverpool no encajaba siete goles en el campeonato liguero desde 1963, cuando antes de que se iniciara la Premier en 1992, el Tottenham le endosó otro 7-2, Klopp tiene dos semanas para reflexionar sobre si este durísimo varapalo ha sido solo un accidente. Tendrá la ocasión de demostrarlo en el derbi que, tras el parón de selecciones, le enfrentará al líder Everton en Anfield.
