El presidente Donald Trump aprobó un programa que reduce aún más el número de refugiados que aceptará Estados Unidos: un máximo de 18.000 en el año fiscal 2020.
Cuando el Departamento de Estado anunció el plan por primera vez en septiembre, grupos religiosos y humanitarios arremetieron contra el gobierno.
En el último año del gobierno del presidente Barack Obama, la cifra máxima de refugiados aceptados fue 85.000.
Para este año, el gobierno de Trump había establecido un máximo de 30.000, la cifra más baja desde la creación en 1980 del moderno programa de reasentamiento.
En un comunicado, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo el sábado que el reasentamiento de refugiados “es sólo un aspecto de las acciones de inmigración de índole humanitaria de Estados Unidos”.
Pompeo mencionó los esfuerzos diplomáticos para encontrar soluciones a las crisis y la asistencia humanitaria.