El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene la intención de anunciar la semana que viene, como muy pronto, la retirada de cerca de 4.000 efectivos del actual despliegue militar en Afganistán, aproximadamente una tercera parte de la fuerza total del contingente, según múltiples fuentes oficiales a la cadena NBC.
De ocurrir como anticipa el mandatario, el anuncio de retirada -tras la que permanecerían entre 8.000 y 9.000 militares en el país centroasiático -tendría lugar menos de dos semanas después de la reanudación de las frágiles conversaciones de paz con los talibán.
Las negociaciones se reanudaron el pasado sábado después de que Trump decidiera suspenderlas unilateralmente en septiembre tras la muerte de un militar estadounidense en un atentado perpetrado en Kabul donde fallecieron otras 12 personas, y esta misma semana también han quedado “temporalmente paralizadas” tras otro ataque talibán a la base aérea de Bagram en el que murieron dos civiles afganos y otros 70 más resultaron heridos.
Las fuentes de NBC no proporcionan un plazo exacto de retirada pero apuntan que, una vez anunciado, se espera que el proceso termine en “unos pocos meses”.
La reducción de tropas en Afganistán es un “escenario prioritario” en la agenda de Trump en política exterior hasta el punto de que el secretario de Defensa de EEUU, Mark Esper, confirmó la semana pasada que la retirada ocurrirá de todas maneras, se firme o no un acuerdo de paz con los talibán.
Según Esper, el comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el general Scott Miller, ha confirmado que el contingente norteamericano está capacitado para asumir una reducción en sus efectivos.
“El comandante está bastante seguro de que podemos reducir militares sin poner en peligro nuestra capacidad para impedir que Afganistán se convierta en refugio seguro para los terroristas”, hizo saber Esper el pasado fin de semana en el Foro Nacional de Defensa Reagan.