El antiguo jefe paramilitar Salvatore Mancuso fue encarcelado este martes en Colombia tras pasar 16 años detenido en Estados Unidos y comprometerse a revelar la verdad sobre los sangrientos escuadrones de ultraderecha y sus vínculos con políticos, informaron las autoridades migratorias.
«Va a estar ubicado en el pabellón de extraditables, que se encuentra en (la prisión) La Picota, en una celda independiente, aislada, no va a tener comunicación con otros internos y tampoco con funcionarios de la guardia», dijo el director de la autoridad carcelaria Inpec.
Por la tarde, dos helicópteros partieron del aeropuerto de Bogotá hasta La Picota. Pasadas las 19H30 locales (00H30 GMT), el Inpec confirmó a la AFP que Macuso ya se encontraba recluido en ese penal.
Considerado uno de los señores de la guerra más poderosos de los años noventa y principios del siglo XXI, el colombo-italiano llegó más temprano deportado en un avión y fue recibido por la autoridad migratoria en calidad de «gestor de paz» por decisión del gobierno. del izquierdista Gustavo Petro.
Fuerte custodia
En imágenes difundidas por la entidad, se ve al excomandante de 59 años saliendo de la aeronave esposado y con un chaleco antibalas, pero sonriente.
Luego fue entregado a la policía y abordó un vehículo de la institución custodiado por una decena de uniformados con escudos, según imágenes divulgadas por Interpol.
Conocido con el alias de «El Mono», Mancuso aún tiene cuentas pendientes con la justicia colombiana por cientos desplazamientos, desapariciones y homicidios cometidos por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), la asociación de escuadrones que enfrentó a las guerrillas de izquierda.
«Tras más de 15 años de destierro y sometimiento en las más duras condiciones de privación de libertad, retorno a Colombia, mi tierra natal», dijo el excomandante de las AUC en un comunicado divulgado por la prensa local.
Durante su detención por cargos de narcotráfico en EEUU, Mancuso trató de gestionar su deportación a Italia, donde nació su padre. Pero el gobierno de Colombia lo pidió en extradición por considerar que su testimonio es «imprescindible» para esclarecer cientos de crímenes.
El izquierdista Petro lo designó como «gestor de paz» a mediados de 2023, en medio de conversaciones que el Ejecutivo adelanta con varios grupos armados.