Este miércoles fue asesinado a tiros César Suárez, el fiscal ecuatoriano que investigaba el asalto de una banda narco en las instalaciones de TC Televisión el pasado martes 9 de enero. El hecho motivó la declaratoria de conflicto armado interno por parte del presidente Daniel Noboa.
El funcionario fue baleado cuando circulaba en su vehículo por una avenida en la ciudad de Guayaquil, centro neurálgico de la guerra de Ecuador contra las bandas narco. Según el diario El Universo, había salido de su oficina ubicada en el complejo de la Policía Judicial, cuando fue seguido por sicarios que lo atacaron al llegar a una intersección.
El asesinato del fiscal Carlos Suárez fue confirmado por la fiscal general Diana Salazar en un video divulgado en X (antes Twitter).
“Ante el asesinato de nuestro compañero César Suárez (…) voy a ser enfática: los grupos de delincuencia organizada, los criminales, los terroristas no detendrán nuestro compromiso con la sociedad ecuatoriana”, dijo Salazar.
Una responsable del ente investigador dijo que Suárez había sido encargado de determinar qué grupo criminal estuvo detrás de la espectacular toma en plena transmisión de un programa del canal TC, durante la reciente crisis de violencia narcocriminal en el país.
Según dijo Suárez en una entrevista al diario ecuatoriano, no contaba con custodia policial. El funcionario había interrogado a los trece detenidos de la violenta toma al canal de televisión.
Medios de comunicación locales difundieron imágenes de la camioneta de Suárez con varios impactos de bala en la ventana del conductor en una avenida.
Un responsable de la policía aseguró que “las unidades investigativas se encuentran realizando las indagaciones pertinentes para encontrar a los responsables” en el principal puerto del país, centro de operaciones del narcotráfico.
Amenazas de muerte
La arremetida contra el canal TC fue uno de los primeros actos criminales que sufrió Ecuador tras la fuga del poderoso Adolfo Macías o “Fito”, jefe de la principal banda del país, confirmada el 8 de enero.
Aún no es claro quién está detrás de ese asalto, en el que encapuchados amenazaron a los periodistas y otros trabajadores con pistolas, fusiles y granadas.
Ante la crisis desatada en ese momento, el presidente Daniel Noboa declaró el “conflicto armado interno”, tildó a las bandas criminales de “terroristas” y desplegó miles de militares.
En varias cárceles los reos mantuvieron retenidos a más de 100 funcionarios penitenciarios hasta su liberación, el sábado.
La fiscal Salazar ha denunciado amenazas de muerte por parte de Los Lobos, una de las principales organizaciones delictivas.
La respuesta de las autoridades deben ser en contra de los cabecillas, meterlos en celdas e incomunicarlos y no darles comida por al menos tres dias, asi aprenderan que cualquier accion de sus seguidores ellos pagaran
Pena de Muerte para todos los Narcos