El pasado sábado Ted Bell, fiscal del distrito de Carolina del Norte (EE.UU.), ha revelado a la agencia AP detalles de un suceso ocurrido el pasado 8 de agosto en la ciudad de Charlotte, en el que dos menores mataron a la pareja de su madre cuando vieron que la estaba estrangulando.
Chandra Nierman, madre de tres hijos de 12, 15 y 16 años de edad, guardaba varias armas escondidas en distintas partes de la casa desde que hace unas semanas su novio, Steven Kelley, de 46 años y con diversos antecedentes por malos tratos, se empezara a comportar de manera agresiva. Aquella noche, después de diversas amenazas y episodios violentos, Kelley atacó a la mujer.
Al presenciar la escena de agresión, el hijo de doce años sacó un revólver de calibre 45 y se lo dio a su hermana mayor, de 15 años, que apretó el gatillo contra el hombre cuando estaba estrangulando a su madre y amenazaba con cortarle la garganta. Kelley recibió dos disparos en el pecho y murió en el hospital a consecuencia de las heridas.
«Sin duda alguna, la vida de la madre estaba en peligro», subrayó Ted Bell, que detalló que la adolescente sabía usar el arma porque su difunto padre había enseñado a sus hijos a disparar.
Tras analizar las circunstancias del caso, la Fiscalía encontró que la utilización del arma de fuego estaba justificada, por lo que los hijos de la mujer no serán sometidos a juicio.
Esos si son verdaderos fiscales en él salva seguro le metían 30 años al cipote.