Un escándalo sacude a Inglaterra en las semanas previa al inicio de la Premier League, mientras algunos jugadores están de vacaciones y otros regresan poco a poco a los entrenamientos. El futbolista Harry Maguire, actual capitán del Manchester United, fue detenido en la isla griega de Mykonos por agredir a un policía después de una pelea, según informó la televisión estatal griega ERT.
Maguire, de 27 años, quien integró la selección inglesa en el Mundial 2018 y que el año pasado se convirtió en el defensor más caro del mundo al fichar por Los Diablos Rojos a cambio de USD 97 millones, fue detenido después de agredir a unos agentes a los que habían llamado para interrumpir una pelea en un bar entre dos grupos de turistas. Otros dos británicos que estaban con él también acudieron a la comisaría.
“El jugador de fútbol agredió verbalmente a un agente y luego lo golpeó. Los tres se resistían cuando fueron llevados a la comisaría de Mykonos”, informó un oficial de policía.
El jugador se encuentra de vacaciones en las playas griegas luego de haber caído en las semifinales de la Europa League contra el Sevilla. A propósito, el prestigioso club inglés informó que Maguire está “cooperando plenamente” con las autoridades griegas y que la entidad estaba “al tanto de un presunto incidente” ocurrido el jueves por la noche.
Un comunicado de la policía, que no nombra explícitamente al jugador que embolsa USD 250.000 por semana, detalló que los tres hombres detenidos fueron trasladados a la isla de Syros y que se abrió un expediente contra los tres alegando violencia contra los funcionarios, lesiones corporales e intento de soborno a fin de evitar su arresto.
Los paparazzis fotografiaron a Maguire llegando a la comisaría de la isla vestido con pantalones cortos, camisa y un barbijo junto con los otros hombres.
El diario The Sun informó que Maguire está de vacaciones con un grupo de nueve amigos en Fabrika, una zona de moda de Mykonos, y que la pelea se inició porque otro grupo de británicos “molestaban” a las mujeres con las que Maguire y sus amigos habían salido.