La terapia de células T receptoras de antígenos quiméricos (CAR) ha mantenido por 11 años en remisión a dos personas con un tipo de leucemia que no respondía a ningún tratamiento y podía haberlas llevado a la muerte una década atrás.
«Ahora podemos concluir que las células CAR-T pueden curar a los pacientes con leucemia», declaró Carl June, inmunólogo de la Universidad de Pensilvania y uno de los autores del estudio respectivo, publicado este miércoles en la revista Nature.
Las células CAR-T se utilizan actualmente para tratar a personas con diferentes tipos de cáncer de sangre, como leucemia y linfoma, que no han respondido a ninguna otra terapia.
Para realizar el tratamiento, los médicos toman una muestra de sangre del paciente y extraen las células inmunitarias que normalmente atacan a las tumorales, pero que no lograron hacerlo en los que padecen el cáncer. Después, a su ADN se le añade un gen artificial para un receptor de antígenos quiméricos. Luego de multiplicar en el laboratorio las células con CAR, las inyectan al paciente. Los receptores presentes en ellas son capaces de encontrar y destruir las células cancerosas en todo su cuerpo.
En el caso de Bill Ludwig y Doug Olson, que fueron tratados con dicha tecnología en 2010, sus análisis de sangre mostraron que, poco después de la terapia, la leucemia desapareció. Desde entonces, el novedoso tratamiento se ha aplicado a muchas personas y se calcula que cuatro de cada diez entraron en remisión, aunque todavía no se sabe cuánto tiempo permanecerán las células CAR-T en el organismo ni cuánto durará la remisión.
Este reciente estudio, basado en la secuenciación del ADN de Ludwig y Olson, muestra que las células descendientes de las células CAR-T introducidas en sus cuerpos durante el tratamiento siguen circulando por sus vías sanguíneas hoy en día.
Aunque es posible que no todos los que se sometan a la terapia presenten los mismos resultados, el efecto duradero del tratamiento es un hito muy importante en la lucha contra el cáncer, afirmó John Marshall, especialista en biología tumoral del Instituto del Cáncer de Barts (Londres, Reino Unido), citado por New Scientist.
Los científicos todavía no pueden asegurar que la leucemia nunca vuelva a afectar a ninguno de los dos pacientes; sin embargo, parece que es un escenario bastante viable, teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde la terapia, dijo Martin Pule, del University College de Londres, otro experto independiente.