El 19 de mayo de 2025, la Corte Suprema de Estados Unidos permitió que la administración del presidente Donald Trump pusiera fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para aproximadamente 350,000 venezolanos que residían legalmente en el país.
Esta decisión revierte las extensiones otorgadas por la administración Biden en 2021 y 2023, que habían proporcionado protección contra la deportación y permisos de trabajo debido a la crisis humanitaria en Venezuela .
La medida fue impulsada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien argumentó que la presencia de ciertos migrantes venezolanos representaba amenazas a la seguridad pública y al interés nacional, citando vínculos con pandillas criminales y presión sobre los recursos locales .
Aunque tribunales inferiores habían bloqueado temporalmente la revocación del TPS, señalando posibles daños significativos a los individuos y comunidades afectadas, la Corte Suprema falló a favor de la administración Trump, con solo una disidencia por parte de la jueza Ketanji Brown Jackson .