Militares surcoreanos anunciaron que Corea del Norte lanzó dos misiles de corto alcance desde la provincia de Pyongyan del Sur. Su trayectoria fue aproximadamente de 370 kilómetros. De confirmarse, la capacidad norcoreana para disparar misiles desde submarinos podría poner en entredicho el equilibrio militar en la península coreana.
Es el primer disparo desde el 2 de octubre, cuando Corea del Norte anunció haber lanzado un misil desde el mar. Aquel misil balístico lanzado bajo el agua había sido el primero en tres años. En los últimos meses, el Norte también ha ensayado nuevos sistemas de misiles de corto alcance y de artillería de cohetes, en lo que los expertos consideran un esfuerzo por mejorar su capacidad militar y aumentar su poder de negociación.
La prueba del jueves estaba destinada a “verificar la seguridad de la activación de los lanzadores”, según informó la agencia estatal KCNA. El organismo estatal dijo que el dictador Kim Jong-un expresó su satisfacción por lo que Corea del Norte describió como una prueba exitosa de su nuevo sistema de artillería de cohetes. De todos modos, no estaba claro si el líder observó los lanzamientos en el lugar.
El Norte probó previamente el sistema en agosto y septiembre. La última prueba verificó la “perfección” de la capacidad de disparo continuo del sistema que le permite “destruir totalmente” objetivos enemigos con “superpotencia”, según la versión difundida por KCNA.
Kim Eun-han, portavoz del Ministerio de Unificación de Seúl, dijo que Corea del Sur está “muy preocupada” por la actividad armamentista del Norte, pero evitó una respuesta directa cuando se le preguntó sobre el posible impacto en el diálogo intercoreano.
Chung Eui-yong, el director presidencial de seguridad nacional, minimizó la amenaza que representan las nuevas armas de Corea del Norte durante una audiencia parlamentaria, al tiempo que destacó los sistemas de defensa antimisiles de Corea del Sur.
Las negociaciones entre Washington y Pyongyang sobre el problema nuclear norcoreano se encuentran actualmente en un punto muerto. Corea del Norte es objeto de numerosas sanciones internacionales por su programa nuclear y balístico que, según el régimen de Kim, son necesarios para protegerse de un posible ataque estadounidense.
Las negociaciones decayeron tras el fracaso de la cumbre de febrero entre Kim y el presidente Donald Trump en Hanoi, Vietnam, donde Estados Unidos rechazó las demandas de Corea del Norte de un amplio alivio de las sanciones a cambio de un progreso gradual hacia la entrega parcial de sus capacidades nucleares.
Representantes estadounidenses y norcoreanos se reunieron en Suecia a comienzos de octubre. Pyongyang acusó a Washington de haber hecho fracasar las negociaciones, mientras que Estados Unidos afirmó, por el contrario, que habían sido “buenas”.