Lo lanzado hoy por Corea del Norte fueron al menos dos misiles de corto alcance aparentemente balísticos, informó el Estado Mayor Conjunto (JSC) surcoreano, que estima que los proyectiles fueron activados desde un aeropuerto de la capital.
El Ejército surcoreano detectó el lanzamiento de dos proyectiles y dijo que habrían sido activados desde la zona del aeropuerto de Sunan en Pyonyang, situada en la franja occidental del país asiático, según un comunicado recogido por la agencia de noticias Yonhap.
“Actualmente nuestra milicia se encuentra rastreando y monitorizando los movimientos vinculados (a Corea del Norte) y mantiene una actitud de preparación”, recoge el texto.
Por su parte, el Ejército de Japón señaló que los proyectiles habrían sido lanzados desde el oeste del país y en dirección al este, hacia el mar de Japón (conocido como mar del Este en Corea) sobre las 8.49 y 8.52 de este lunes (00.49 y 00.52 GMT), y que habrían caído fuera de su zona económica exclusiva (EEZ).
El ministro de Defensa nipón, Nobuo Kishi, detalló a los periodistas que los proyectiles habrían alcanzado una altitud máxima de aproximadamente 50 km y volado unos 300 km antes de caer al mar.
Tanto el Ejército surcoreano como el estadounidense y el japonés se encuentran en alerta y analizando los detalles de lo que supone la cuarta prueba de misiles de Pyonyang en lo que va de mes y año, y que se produce apenas tres días después del último test.
Este es el cuarto lanzamiento de este tipo que Pyonyang realiza este mes de enero, después de que los días 5 y 11 disparara lo que asegura que son misiles hipersónicos, y que el día 14 lanzara dos misiles guiados desde un tren tras amenazar con responder de manera “más fuerte” a las nuevas sanciones de EE.UU. contra ciudadanos norcoreanos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo la semana pasada que Estados Unidos estaba preparado “para sentarse sin condiciones previas” en la mesa hacia la desnuclearización antes del lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte y dijo que, con estas acciones, el país “trata de llamar la atención”.
“No solo estamos sancionando a los norcoreanos. Estamos profundamente comprometidos tanto en la ONU como con los socios clave, como Corea del Sur y Japón, en una respuesta. Creo que parte de esto es que Corea del Norte está tratando de llamar la atención. Se ha hecho eso en el pasado y probablemente (se) seguirá haciendo”, dijo.
Blinken resaltó en una entrevista con la cadena estadounidense MSNBC que la respuesta por parte del país norcoreano ante una posible negociación ha sido “la renovación de las pruebas de misiles”, algo que calificó de “desestabilizador” y de “peligroso”, ya que “contraviene gran cantidad de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.
En ese sentido, Estados Unidos impuso el miércoles pasado, sanciones financieras a cinco norcoreanos vinculados al programa de misiles balísticos del país, un día después de que Pyongyang anunciara el lanzamiento de un misil hipersónico.
El Departamento del Tesoro dijo que las cinco personas sancionadas son “responsables de adquirir bienes para los programas de armas de destrucción masiva (de Corea del Norte) y relacionados con misiles balísticos”.
“Las medidas de hoy, parte de los esfuerzos continuos de Estados Unidos para contrarrestar los programas de armas de destrucción masiva y misiles balísticos (de Corea del Norte), apuntan contra el uso continuado de representantes en el extranjero para adquirir ilegalmente bienes para armas”, dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo y Inteligencia financiera, Brian Nelson, en un comunicado.
“Los últimos lanzamientos de misiles de Corea del Norte constituyen una prueba más de que sigue desarrollando sus programas prohibidos a pesar de los llamamientos de la comunidad internacional en favor de la diplomacia y la desnuclearización”, señaló Nelson.
Los medios estatales de Corea del Norte no solo confirmaron que lo testado en la víspera fue, como muchos sospechaban, lo que el régimen define como misil hipersónico; también anunciaron que Kim Jong-un presidió el ensayo, la primera vez que presencia una prueba de armas desde hace casi dos años.
Las fotos publicadas muestran a Kim siguiendo el desarrollo de la prueba desde el interior de un minibús modificado para servir de puesto de observación.