El papa Francisco entregó este 21 de febrero a unos 200 líderes de la Iglesia católica de todo el mundo, reunidos en una cumbre en el Vaticano, una guía con directrices a seguir contra la pederastia de los curas.
“Se trata de una ayuda, quería compartir con ustedes algunos criterios importantes que fueron formulados por las diversas comisiones y conferencias episcopales. Vienen de ustedes y las he organizado de alguna manera”, adelantó el papa durante la primera jornada de la histórica cumbre contra los abusos sexuales a menores cometidos por curas.
El Vaticano precisó que las medidas concretas serán evaluadas y tomadas después de que se concluya el domingo la cumbre con un discurso del pontífice.
Sin embargo, estos son algunas de las directrices que hasta ahora se han propuesta (varias están vigentes en algunos países y otras no):
– Elaborar un vademécum práctico en el que se especifiquen los pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos clave de la aparición de un caso.
– Proveerse de estructuras de escucha, compuestas por personas capacitadas y expertas, donde se realiza un primer discernimiento de los casos de presuntas víctimas.
– Establecer criterios para la implicación directa del Obispo o del Superior Religioso.
– Implementar procedimientos compartidos para el análisis de las acusaciones, la protección de las víctimas y el derecho de defensa de los acusados.
– Informar a las autoridades civiles y a las autoridades eclesiásticas superiores de acuerdo con las normas civiles y canónicas.
– Acompañar, proteger y atender a las víctimas, ofreciéndoles todo el apoyo necesario para su completa sanación.
– Aumentar la conciencia de las causas y consecuencias del abuso sexual a través de iniciativas de formación permanente de obispos, superiores religiosos, clérigos y agentes pastorales.
– Preparar caminos para la atención pastoral de las comunidades heridas por los abusos, así como caminos penitenciales y de recuperación para los culpables.
– Consolidar la colaboración con todas las personas de buena voluntad y con los medios de comunicación para poder reconocer y discernir los casos verdaderos de los falsos, las acusaciones de las calumnias, evitando rencores e insinuaciones, rumores y difamaciones.
– Elevar la edad mínima para contraer matrimonio a 16 años.
– Ilustrar toda la información y datos sobre los peligros del abuso y sus efectos, sobre cómo reconocer las señales de abuso y cómo denunciar a las sospechas de abuso sexual. Esto debe hacerse en colaboración con los padres, profesores, profesionales y las autoridades civiles.
– Donde aun no se ha hecho, es necesario instituir un organismo de fácil acceso para las víctimas que deseen denunciar los delitos. Organismo compuesto por personas expertas (clérigos y laicos).
– Que los capen.
Hasta el líder más grande cae en sospecha que cuando fue joven no se echó a algún bicho o se lo arriscaron a él. La gana sexual retenida ¿y quién la aguanta?
Vulgata (Torres Amat)
Apocalipsis 18:4
Y oí otra voz del cielo, que decía: Los que sois del pueblo mío escapad de ella, para no ser participantes de sus delitos, ni quedar heridos de sus plagas.