El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, ratificó el miércoles 13 de febrero el apoyo al líder del parlamento venezolano, Juan Guaidó, como presidente interino de ese país en una comparecencia legislativa sazonada por críticas de congresistas y protestas de activistas sobre su pasado en Centroamérica.
Los gritos de activistas de Codepink, que denunciaban un golpe de Estado y una posible intervención militar en Venezuela y luego apuntaron a la actuación de Abrams durante los años 80 en países como Nicaragua y El Salvador, lograron cortar por momentos el comienzo de la sesión, en la que los congresistas también soltaron una batería de preguntas sobre la trayectoria del funcionario.
Abrams fue secretario de Estado adjunto durante la Presidencia de Ronald Reagan (1981-1989) y en 1991 se declaró culpable de dos cargos menos graves por ocultar información al Congreso sobre el escándalo Irán-Contra.
Uno de los momentos más álgidos de la sesión la protagonizó la congresista demócrata Ilhan Omar, quien en su intervención se refirió al caso Irán-Contra y a afirmaciones de Abrams sobre la masacre en El Mozote, en la que soldados salvadoreños ejecutaron en 1981, en plena guerra civil, a cerca de 1,000 campesinos, la mayoría niños y mujeres.
«El 8 de febrero de 1982, usted testificó ante la cámara de senadores de relaciones exteriores sobre la política estadounidense en El Salvador. En esa audiencia, rechazó como reporte de propaganda comunista sobre la masacre de El Mozote, donde más de 800 civiles, incluidos niños de dos años, fueron brutalmente asesinados por tropas entrenadas por Estados Unidos. En plena masacre, algunas de esas tropas se jactaron de violar a unas niñas de 12 años antes de asesinarlas. Luego usted dijo: ‘La política de Estados Unidos en El Salvador fue un logro fabuloso’. Sí o no, ¿usted aún piensa eso?», cuestionó Omar.
«Desde el día que el presidente (José Napoleón) Duarte fue elegido en elecciones libres, hasta este día, El Salvador ha sido una democracia. Ese es un logro fabuloso», contestó con molestia Abrams.
Un tenso debate siguió después de esto.
Omar le pidió a Abrams que garantice que en Venezuela no habrá ninguna violación a los derechos humanos, a lo que este respondió que la política estadounidense es de apoyo a los esfuerzos del pueblo venezolano por restaurar la democracia.
justicia seria que este sr Abrams estuviera tras las rejas y de preferencia en compañía de mareros que son una de las principales secuelas de la guerra en el salvador apoyada y financiada por los eeuu
Este tipo es un criminal que ayuda a los crinales a decir mate este es la democriacia .. pobre manos blanca..