La tensión comercial entre China y Estados Unidos se intensifica. El gobierno chino anunció que, a partir del sábado, impondrá aranceles de hasta un 125% a diversos productos estadounidenses, en respuesta a las recientes medidas comerciales de Washington.
Pekín justificó la decisión afirmando que los aranceles impuestos por Estados Unidos violan “las leyes económicas básicas y el sentido común”, marcando un nuevo capítulo en la prolongada guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
El incremento en los aranceles podría impactar directamente sectores clave como la agricultura, tecnología y manufactura, aumentando la presión sobre empresas y consumidores en ambos países.