El número de casos de coronavirus alcanzó este martes un máximo en siete meses en China, mientras la variante Delta pone a prueba los esfuerzos del régimen de Xi Jinping en controlar la epidemia con confinamientos parciales, restricciones a los viajes y test masivos en diferentes puntos del país.
La prensa estatal ha descrito el actual brote como el más grave desde que el virus surgiera a fines de 2019 en la ciudad de Wuhan, en el centro del país.
Las autoridades consiguieron luego reducir el número de contaminaciones a casi cero, lo que permitió la reanudación de la actividad económica, aunque con algunas restricciones
Pero ahora los casos vuelven a aumentar.
Este martes las autoridades sanitarias chinas registraron 143 nuevas infecciones de coronavirus, de las cuales 108 fueron transmitidas localmente.
De los casos locales de los que se dio hoy parte, 50 se detectaron en la provincia oriental de Jiangsu, principal origen del rebrote, achacado a la limpieza sin protección adecuada de un avión de Air China procedente de Rusia en el que viajaba un contagiado.
En esta provincia preocupa especialmente la situación en la ciudad de Yangzhou, que acumula 26 casos graves y 6 críticos, en su mayoría pacientes de avanzada edad que se contagiaron en los frecuentemente abarrotados salones del popular juego de mesa chino del ‘mahjong’, recoge la prensa local.
En Yangzhou, otras decenas de casos se produjeron en un centro de tests. Las autoridades han lanzado alertas para evitar una mal manejo en los test de covid-19 que pueda facilitar la expansión del virus.
En consecuencia, las autoridades provinciales han enviado más de 4.000 trabajadores sanitarios a esa localidad, que acumula unos 350 casos en las últimas tres semanas, para tratar a los enfermos y ayudar en las tareas para contener el virus.
Otro brote se produjo entre trabajadores de la limpieza del aeropuerto de Nanjing, que luego se ha extendido a otras partes del país.
Por el momento, los brotes no han dejado fallecidos, pero hay 54 casos graves -seis más que en la víspera- entre los 1.702 contagiados aún activos a lo largo del país.
Las cifras del martes son las más altas desde enero, cuando el país registró 144 nuevos casos, de los cuales 126 se debieron a contaminaciones domésticas.
Las autoridades respondieron a los brotes con múltiples rondas de test masivos y confinamientos parciales en las zonas que considera de riesgo, provocando que la cifra de pacientes en observación haya pasado de los 8.577 registrados el 22 de julio a los 49.980 registrados en el último parte de hoy.
Mientras, Pekín acumula tres días sin contagios tras confirmar ocho casos locales la semana pasada, lo cual no evita que sigan activas las restricciones para viajar a la capital china desde las zonas en las que se hayan detectado contagios.
Asimismo, las autoridades de la capital recomiendan a sus residentes no abandonar la ciudad “si no es estrictamente necesario” y que sigan las medidas de prevención “a rajatabla”, entre las que se encuentra mostrar un código verde en las aplicaciones de salud del teléfono móvil para poder entrar en espacios públicos o usar taxis.
Confianza de las autoridades
No obstante las autoridades han dado un mensaje de confianza y consideran que los nuevos brotes son controlables.
“Hemos contenido exitosamente la epidemia en Guangzhu, y la que se produce en Nanjing está siendo gradualmente controlada” afirmó la agencia oficial Xinhua, citando al especialista en enfermedades infecciosas, Zhang Wenhong.
Según los expertos chinos, los brotes estarán “controlados” alrededor del 23 de agosto si se mantienen las actuales medidas de prevención contra la covid.
Los expertos también insisten en la vacunación, aunque según el epidemiólogo Zhong Nanshan, la variante delta hace que China necesite inocular al 83,3 % de su población, de 1.411 millones de personas, para lograr la inmunidad de rebaño.
Hasta ahora, el país ha administrado 1.795 millones de dosis de sus vacunas, según la Comisión Nacional de Salud, que no publica datos de cuántas personas han recibido la pauta completa de vacunación.