Juan Francisco Espinosa, director de migración colombiana, emitió el pasado jueves un comunicado de prensa, el funcionario detalló que 3,961 personas, de las cuales 2,536 son venezolanas atraviesan una emergencia humanitaria a consecuencia de una incursión terrorista que enfrenta el territorio venezolano.
Espinosa a través de twitter mencionó que, «Cómo una lamentable consecuencia de albergar terroristas 3.961 venezolanos han tenido que desplazarse a causa de una incursión terrorista en su país.»
Asimismo, La Fuerza Armada Nacional Bolivariana confirmó los enfrentamientos en Apure, departamento de Venezuela, donde dos militares venezolanos han perdido la vida.
Dominika Arseniuk, directora del Consejo Noruego para los Refugiados en Colombia, señaló que las personas «están aterrorizadas y temen por sus vidas» y pidió a los dos gobiernos implicados que «garanticen la protección de la población». Human Rights Watch (HRW) también afirmó haber recibido denuncias creíbles de abusos por parte de las fuerzas de seguridad venezolana, informó, José Miguel Vivanco, director de la ONG para las Américas.
Las autoridades municipales de Arauquita, limítrofe con la frontera de Venezuela, aseguraron que la localidad cuenta con quince albergues donde se alojan las personas desplazadas, que actualmente reciben atención de varias organizaciones humanitarias, como la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Del mismo modo la Cancillería colombiana solicitó ayuda a la comunidad internacional para atender la crisis humanitaria en la frontera, que actualmente está cerrada por la pandemia de covid 19.
A través de twitter, Jorge Arreaza, declaró que «Venezuela rechaza las declaraciones de la Cancillería colombiana sobre una «supuesta preocupación» por las operaciones de la FANB en el edo Apure. Cualquier intento de violación a la integridad territorial de Venezuela tendrá una reacción contundente».
El Gobierno colombiano, a lo largo de las décadas ha acusado al Ejecutivo bolivariano de albergar y proteger grupos armados más allá de sus fronteras, denuncias que Venezuela siempre ha negado. En 2008 Colombia también entró en un grave conflicto con Ecuador, cuando su Ejército entró en territorio ecuatoriano para atacar a la entonces guerrilla de las FARC y matar a uno de sus líderes del momento, Raúl Reyes.
Durante y después de los Acuerdos de paz de La Habana entre las FARC y el Gobierno de Colombia, varios grupos de la guerrilla se apartaron para conformar grupos disidentes que siguen armados y operando en varios puntos del país.