Pekín acusó a Washington de presionar a los países asiáticos, así como de la militarización de la región Asia-Pacífico, según el ministro de Asuntos Exteriores del gigante asiático, Wang Yi.
«Ciertos países no regionales, principalmente los Estados Unidos, han estado enviando armas estratégicas masivas a esta región, especialmente al mar de China Meridional, como muestra de poderío militar y ejerciendo presión sobre los países de la región, incluida China», dijo Wang Yi en una conferencia de prensa en el marco de las reuniones ministeriales relacionadas con la ASEAN organizadas por Singapur esta semana.
«Frente a la creciente amenaza y presión militar» proveniente del país norteamericano, que envía a la región portaviones bombarderos estratégicos de combate, China tuvo que recurrir a medidas de autodefensa que fueron calificadas por Washington como «actos de militarización». «Eso es confundir lo correcto y lo incorrecto, y no creo que nadie que conozca los hechos básicos sobre el terreno llegue a tal conclusión (…). China necesita defender su propia soberanía e integridad territorial. Y como hay más presión sobre China, es natural que China tome más medidas para defenderse», puntualizó Wang Yi.
Pekín está dispuesto a continuar trabajando con otros países para cumplir con sus obligaciones internacionales, en particular defender la libertad de navegación en aguas internacionales y el mantenimiento de la paz y la estabilidad regional.
Tras reunirse con el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, este viernes en Singapur, Wang Yi aseguró que los dos países acordaron resolver las preocupaciones de ambas partes a través del diálogo basándose en la igualdad y el respeto mutuo.
EE.UU. ha criticado en repetidas ocasiones la construcción de islas e instalaciones militares por parte de Pekín en el mar de la China Meridional, argumentando que estas podrían ser utilizadas para restringir la libertad de navegación. Pekín, por su parte, rechaza firmemente las críticas que lo acusan de la «militarización» de este mar.
«China tiene la soberanía indiscutible sobre las islas Spratly y sus aguas adyacentes», señaló en junio del año pasado la portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Hua Chunying. «Pekín respeta y protege la libertad de navegación y de sobrevuelo de todos los países en la zona, pero se opone totalmente a que ciertos países que desafían y amenazan la soberanía y seguridad de China», añadió.