Los líderes de los países BRICS reanudaron este lunes su cumbre anual en la ciudad de Río de Janeiro, en medio de crecientes tensiones comerciales tras las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel adicional del 10 % a los países que se alineen con el bloque, al que calificó como “antiestadounidense”.
La cumbre, presidida por Brasil, cuenta con la participación de jefes de Estado y representantes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, así como de los nuevos miembros que se han incorporado recientemente: Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán. Aunque algunos líderes, como el presidente ruso Vladimir Putin, asisten de forma virtual, el bloque busca proyectar una imagen de unidad y cooperación en medio de un escenario internacional cada vez más polarizado.
En una declaración conjunta emitida el domingo, los BRICS expresaron su “seria preocupación” por las medidas arancelarias unilaterales que “distorsionan el comercio y socavan la estabilidad económica global”. La respuesta fue vista como una clara referencia a las advertencias de Trump, quien incluso ha mencionado la posibilidad de elevar los aranceles hasta un 100 % si el bloque avanza en sus planes de desdolarización o creación de una moneda común.
El gobierno de Brasil, anfitrión de la cumbre, advirtió sobre los riesgos de un resurgimiento del proteccionismo y señaló que las medidas arancelarias amenazan con fragmentar aún más la economía mundial. A pesar de ello, el tono general de la cumbre se ha mantenido cauto, con los líderes evitando una confrontación directa con Estados Unidos y priorizando la búsqueda de consensos.
Las discusiones también han abordado el impulso al comercio en monedas locales y la cooperación en temas de desarrollo sostenible, innovación y reforma de instituciones multilaterales. La creación de una moneda propia de los BRICS, sin embargo, fue descartada por el momento, ante la falta de consenso interno.
La cumbre se desarrolla bajo estrictas medidas de seguridad, con más de 20 000 efectivos desplegados para garantizar la tranquilidad en la ciudad. Se espera que la reunión concluya con la firma de un comunicado final que reafirme el compromiso del bloque con un sistema multilateral de comercio abierto, inclusivo y basado en normas.
Esta es la primera gran cita internacional desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, y su impacto en las relaciones globales sigue generando incertidumbre. Mientras tanto, los BRICS se esfuerzan por consolidarse como una voz colectiva en defensa de un orden económico más equilibrado, sin provocar rupturas que puedan agravar aún más las tensiones internacionales.