Con una baja sensible y con los fantasmas de recientes eliminaciones, la selección de Brasil buscará el boleto a las semifinales de la Copa América 2019 ante una Paraguay que llega sin conocer la victoria al duelo que se disputará en el estadio Arena do Gremio de Porto Alegre.
El equipo dirigido por el técnico Tite confía en mantener el ritmo avasallador con el que castigó a Perú (0-5) en el último partido de la fase de grupos. Pero la ausencia de Casemiro, el volante del Real Madrid, el equilibrio entre la defensa y el ataque de los anfitriones, genere algunas dudas.
Desde que asumió el cargo hace tres años, Tite ha dirigido 39 partidos y ha ganado 31, aunque en las dos únicas derrotas que figuran en su expediente tienen un factor común: Casemiro no estuvo presente. Parecía que Fernandinho iba a reemplazarlo pero finalmente será Allan, mediocentro del Napoli.
Las estadísticas también, ya que Paraguay ha sido el verdugo de Brasil las dos últimas veces que se han cruzado en una eliminatoria de Copa América, en las ediciones de Argentina 2011 y Chile 2015. Las dos curiosamente en cuartos de final y resueltas por penales.
Por su parte, el combinado guaraní espera explotar al máximo su presencia, casi milagrosa, en los cuartos de final, ronda a la que accedió con tan solo dos puntos, como el segundo mejor tercero. El conjunto comandado por Eduardo Berizzo viene además en una tendencia opuesta a la de su rival, de más a menos.
Empezó ganando sus partidos ante Qatar y la Argentina, pero en ambos terminó empatando. Tras perder ante Colombia, y cerrar su participación en la fase de grupos con dos puntos, logró la clasificación por la igualdad entre Ecuador y Japón en el Grupo C.
‘El Toto’ Berizzo podría introducir cambios en el equipo con el objetivo de aprovechar espacios en contragolpes, por lo que dejaría a Miguel Almirón, quien está despertando el interés de grandes clubes europeos, como ‘falso 9′ del equipo.
El ganador de esta llave se enfrentará en semifinales al vencedor del Venezuela-Argentina, el próximo 2 de julio en el estadio Mineirão de la ciudad de Belo Horizonte.