Con 14 años, Paul David Hewson, mejor conocido como Bono, enfrentó una de las pruebas más duras que cualquiera podría vivir: la muerte de su madre, quien sufrió un derrame cerebral. Esta pérdida, lejos de desalentar al músico, promovió una prolífica carrera con la que logró traspasar las fronteras y convertirse en una de las más grandes figuras altruistas en el mundo.
Nacido en Dublín, Irlanda, el intérprete celebra 60 años de magia y gloria después de que en 1974 buscó orientar su dolor tras el fallecimiento de Iris Hewson, quien fue su inspiración para escribir varias de sus melodías más exitosas.
La música fue el canal elegido por Paul para sobrellevar su pérdida y durante este proceso se unió a un grupo religioso llamado Shalom Fellowship, donde conoció al baterista Larry Mullen Jr., con quien fundó la banda que hasta hoy conocemos, integrada también por el bajista Adam Clayton y los guitarristas Dik Evans y su hermano Dave Evans, quien también conocemos como The Edge.
Los músicos experimentaron con los nombres Feedback y The Hype, pero tras varias presentaciones con poca audiencia y nulo enganche, decidieron inspirarse en el nombre de un avión derribado por los rusos antes del nacimiento de su vocalista, llamado Lockheed U2, así que simplificado terminó en U2.
El propio cantante de esta agrupación también experimentó el proceso de cambiar su nombre. Fue así que de Paul David Hewson pasó a Bono, el cual adoptó de sus años de estudiante, ya que en aquella época uno de sus compañeros lo llamó Bono vox (buena voz), el cual, a su vez, fue tomado de una tienda musical.
Desde la década de los 70, Bono comenzó el frenético viaje por la música, que incluye cientos de temas populares y entre los que destacan los cuatro dedicados a su madre: I Will Follow, integrada en el disco Boy de 1980; Tomorrow, del material discográfico October de 1981; Mofo, incluido en su trabajo Pop de 1997 e Iris o Hold Me Close, presentada en 2014 en Songs Of Inocence
Fue un verdadero desafío porque no quería guardarme nada para mí. Así que acabé haciendo una canción sobre… ¡me da mucha vergüenza! Pero sí, compuse una canción sobre mi madre. No dejaba de pensar: ‘¿De verdad vas a hacer algo así?’. Es algo complicado: mi madre murió desplomada sobre la tumba de su padre hace 40 años. Y lo único que yo he podido hacer es escribirle una canción de amor. Es muy intenso”, reveló Bono a la revista Q.
El rock es el género en el que Bono y esta banda encontraron las mieles del éxito. Con esta influencia se han inmortalizado y conseguido llenar estadios, auditorios y hasta promovido conciertos con causas benéficas, principalmente para ayudar a las comunidades vulnerables de África y ahora contra el coronavirus COVID-19.
Es justo por esta pandemia que la banda irlandesa donó 10 millones de euros para adquirir equipos de protección personal (EPIs) así como otros suministros médicos en Dublín.
Bono ha impulsado diversas causas para favorecer comunidades menos privilegiadas en el mundo. En África ha promovido diversas campañas para llevar educación, salud y alimento, entre otros aspectos de los que carecen en el continente.
También colaboró, junto con Amnistía Internacional y otros artistas, para organizar el Live 8, así como en distintas cruzadas en contra del Apartheid, el VIH, la pobreza, la hambruna y los abusos sexuales.
Greenpeace, Wildlife Conservation Society, Clinton Global Initiative, Every Mother Counts, UNICEF y War Child son algunas de las organizaciones con las que ha colaborado.
Gracias a su trabajo ha sido nominado a los premios Oscar y al Nobel de la Paz, además fue distinguido con la Orden del Imperio Británico.
La imagen de Bono sin gafas es inconcebible. Durante más de dos décadas hemos visto al vocalista de U2 con diferentes modelos de lentes oscuros, pero su verdadera razón para lucir este aspecto desenfadado es que padece glaucoma.
En 2014 confesó a la BBC que sus ojos se han vuelto vulnerables a la luz, ya que esta enfermedad comprime las fibras del nervio óptico y de la retina, y en algunos casos puede llevar a una pérdida de visión.
“Recibo buenos tratamientos y todo va bien”, declaró al promocionar el nuevo disco de U2, Songs of Innocence.
Pero no son los únicos problemas de salud del cantante. En 2016 padeció serios problemas de salud, de los que por fin pudo hablar dos años más tarde, cuando lo definió como “un momento decisivo”.
Fue bastante grave. Ahora estoy bien, pero casi no salgo de eso”, admitió el vocalista a The Sunday Times sin revelar cuál fue exactamente el diagnostico.
“He tenido muchas alertas. He sufrido varios golpes en los últimos años”, reconoció el cantante que además añadió que desde entonces cuida su salud más que nunca.