El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció este jueves que su decisión de revocar algunas de las medidas migratorias implementadas por el anterior Gobierno han tenido un impacto en la llegada de migrantes al país, pero aseguró que la difícil situación que se vive en estos momentos en la frontera en realidad se debe a otros factores, como el clima, el propio expresidente Donald Trump e, incluso, México.
«La verdad del asunto es que nada ha cambiado», aseguró Biden en la que fue su primera conferencia de prensa oficial desde que asumió la presidencia del país, el pasado 20 de enero.
El mandatario contestó así a una pregunta sobre la creciente llegada de migrantes, especialmente menores no acompañados, a la frontera sur del país, un flujo que la oposición republicana atribuye a los cambios en la política inmigratoria implementados por la Administración Biden.
«Pasa cada año, en esta época, hay un incremento significativo en la llegada de gente que viene a la frontera», aseguró Biden, un ciclo que el mandatario aseguró que se debe a las condiciones climáticas favorables, pero acuciado este año por los varios desastres naturales que en los últimos años han azotado la región, especialmente Centroamérica.
El demócrata rechazó que este incremento se deba a que la gente de otros países le perciba como un líder «más agradable» que su antecesor, el expresidente Donald Trump, y apuntó al repunte de llegadas que se registró el año pasado tras el paso de los huracanes Iota y Eta por Centroamérica, que dejaron a la región devastada.
“¿Acaso alguien cree que hubo un incremento del 31% durante la presidencia Trump, porque era un tipo agradable y estaba haciendo cosas agradables en la frontera?», preguntó con sorna a la audiencia. «Esa no es la razón por la que vienen».
En febrero, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvo a más de 100.000 personas en la frontera, un incremento del 28% en comparación con enero. De ellas, 19.246 eran unidades familiares y casi 9.500 menores no acompañados, según datos del CBP.
La culpa no la tiene, Trump ni México, la tiene la desigualdad entre países ricos y pobres.