Gareth Bale evitó la primera derrota del Real Madrid en LaLiga con un doblete ante el Villarreal.
El delantero galés empató por dos veces un partido en el que los blancos nunca llevaron la iniciativa en el marcador, y sólo a rachas en el campo.
El empate les deja a cuatro puntos del líder, el Atlético de Madrid, y con uno de ventaja sobre el FC Barcelona.
Zidane planteó un once ofensivo, con Kroos y Casemiro como únicos centrocampistas puros y Lucas Vázquez y Bale en las alas, más Jovic y Benzema arriba. La apuesta de Calleja también era ofensiva, con Chukwueze, Ekambi y Gerard Moreno en punta.
Este adelantó a los locales VAR mediante, tras una jugada que inició Sergio Ramos con un grave error. Moreno cazó el rechace blando de Courtois y lo mandó a la red. Al Madrid le costó entrar en el partido.
Su escasez de centrocampistas se traducía en poco control de balón, con ataques cortos por infructuosos. No obstante, el equipo blanco empezó a acumular llegadas.
Andrés Fernández dio sensación de seguridad con una salida en falso que resultó un presagio del empate, poco después de que Benzema estrellara un remate en el poste.
En el descuento de la primera parte, el portero del Villarreal volvió a salir a tierra de nadie y Carvajal, que había combinado bien con Jovic, sirvió el gol en bandeja a Bale.
El gol y el descanso tranquilizaron al Real Madrid, que incrementó su dominio, pero sin gol. Tuvo un remate de Kroos que detuvo Andrés Fernández y Benzema marcó un gol anulado por fuera de juego milimétrico. Calleja reaccionó y dio entrada a Ontiveros y Anguissa, con lo que el Villarreal volvió a tener un poco más el balón.
El partido se volvió a igualar. A falta de un cuarto de hora, Gerard Moreno puso a prueba a Courtois con un gran disparo.
El portero belga respondió con una buena parada, pero rechace llegó a pies de Ontiveros, que con Carvajal rompiendo el fuera de juego puso el balón para que Moi Gómez volviera a adelantar al Villarreal.
Zidane había dado entrada a Modric por Jovic y luego a Vinícius por Lucas Vázquez. El croata entró inspirado. A punto estuvo de marcar con un disparo desde fuera del área y, a cinco del final, robó un balón en mediocampo que dio origen al 2-2. Lo marcó Bale, sorprendiendo al portero del Villarreal por su palo. El galés, que salvó a su equipo, acabó el partido expulsado por doble tarjeta amarilla.