Al menos seis personas murieron y más de una veintena resultado heridas después de que un conductor arrollara con su vehículo a una multitud que celebraba una fiesta de carnaval en la localidad belga de Strépy-Bracquegnies, municipio de La Louvière, en el sureste del país.
Luego de las primeras cifras ofrecidas por la policía, la fiscalía confirmó seis víctimas fatales en el atropellamiento múltiple. “En esta fase de la investigación, sabemos que un vehículo chocó contra un grupo (de feriantes) y que hay seis muertos y 26 heridos, entre ellos 10 personas cuya vida corre peligro”, dijo el fiscal Damien Verheyen a los periodistas en La Louviere, lugar de la tragedia.
“El automóvil que iba a toda velocidad arrolló a la multitud que se había reunido para ver la recogida de Gilles y el conductor intentó escapar del lugar pero fue interceptado”, explicó el alcalde Jacques Gobert en declaraciones recogidas por el medio belga ‘La Libre’.
El vehículo arrolló “por detrás y a gran velocidad”, a una multitud “de entre 150 y 200 personas” que participaban en la inauguración del carnaval, añadió Gobert.
Los dos detenidos tienen 32 y 34 años de edad, son naturales del municipio y, en principio, no parecen tener antecedentes. Su caso ahora está en manos de un juez de instrucción, que está preparando una investigación por homicidio. El fiscal adjunto Damien Verheyen descarta, por el momento, un motivo terrorista.
De acuerdo con los testigos, sobre las 5.00 (4.00 GMT) un vehículo “surgido de la nada” arrolló a varias decenas de personas que acompañaban a un grupo de Gilles, un personaje tradicional del carnaval de Binche (cuya celebración ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) y de otras localidades del sur de Bélgica.
Al lugar llegaron ocho ambulancias para socorrer a los heridos y se ha habilitado el polideportivo de la ciudad como centro de emergencias, en el que una célula de psicólogos atiende a las personas que asistían a esta celebración de carnaval.
“No hay palabras, es el horror. Llegar al lugar de los hechos tiempo después de la catástrofe, ver esos cuerpos esparcidos por la carretera, gente sufriendo… No puedes imaginar que esto pueda existir y, por desgracia, es lo que está ocurriendo. No hay palabras, es dramático”, indicó Gobert.
El presentador de la RTL Fabrice Collignon, que participaba en las celebraciones, relató que el grupo, de unas 150 personas según él, hacía su recorrido por la ciudad cuando de pronto “oímos un gran ruido procedente de la parte trasera y el coche se estrelló literalmente contra el grupo de personas”.
“Fue una escena que nunca pensé que vería en mi vida. El coche aceleró y cuando nos dimos cuenta de que algo estaba pasando, todos estaban en el suelo. La gente gritaba. Había música y sonrisas y tres segundos después, gritos. Fue horrible”, describió.
El primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, lamentó la tragedia. “Horribles noticias desde Strépy-Bracquegnies. Una comunidad que se reunió para celebrar fue golpeada en el corazón. Mi corazón está con las víctimas y sus seres queridos. Todo mi apoyo va también para los servicios de emergencia por su ayuda y asistencia brindada”, declaró en un comunicado recogido por RTBF.
La ministra del Interior, Annelies Verlinden, expresó sus condolencias a través de Twitter. “Mi más sentido pésame a las familias y amigos de los fallecidos y heridos en el incidente ocurrido esta mañana en Strépy. Lo que se suponía que iba a ser una fiesta agradable se convirtió en una tragedia”, ha indicado.