El número de decesos por un ataque con explosivos perpetrado el 11 de julio aumentó a seis muertes, entre ellas las de tres policías, y dejó 12 personas heridas en el estado mexicano de Jalisco (occidente), informó este miércoles el gobernador Enrique Alfaro.
«En un hecho que no habíamos visto antes aquí (…) dejaron preliminarmente un saldo de seis fallecidos y doce personas heridas. Es un acto de terror brutal», dijo Alfaro en un mensaje difundido en sus redes sociales. El reporte dado por el gobierno local el 11 de julio había situado en tres policías el número de víctimas fatales.
El ataque estuvo dirigido a «personal de la Fiscalía del Estado y de la Policía municipal de Tlajomulco» y se cometió con «siete» artefactos «explosivos improvisados», detalló el gobernador.
Los oficiales acudían a atender un llamado de una mujer -integrante de un colectivo que busca a personas desaparecidas, la cual reportó que había recibido una llamada anónima donde le daban pistas de fosas clandestinas- cuando sufrieron el atentado, explicó Alfaro.
«Fue una trampa para nuestros elementos, esta llamada buscaba la presencia de nuestras policías para poder agredirlas con estos artefactos explosivos», añadió.
El estado es la base de operación del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones de narcotráfico más poderosas de México, con presencia en buena parte del territorio nacional.
