Rusia lanzó este viernes alrededor de las 7 de la mañana hora ucraniana (4.00 GMT) un ataque con ocho misiles balísticos e hipersónicos que produjeron daños en edificios, infraestructuras y vehículos de tres puntos de la capital, Kiev, y mataron a una persona en el distrito de Golosivski. Además, tres personas resultaron lesionadas.
«Según las primeras informaciones, una persona murió», declaró en Telegram el jefe de la administración militar de la ciudad, Sergiy Popko. Columnas de humo se veían salir desde distintas zonas de la capital. Las explosiones tuvieron lugar después de que la Fuerza Aérea ucraniana emitiera una alerta por un ataque inminente con misiles balísticos.
«Dos personas fueron hospitalizadas y cayeron escombros en cuatro zonas, incendiando coches y edificios», declaró, por su parte, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.»Los servicios de emergencia están trabajando en todas partes», añadió. Según la Administración Militar de Kiev, en el ataque se usaron misiles balísticos del tipo Iskander-M y KN-23, estos últimos suministrados a Rusia por Corea del Norte.
Represalia rusa
Las autoridades ucranianas también informaron de ataques con misiles en otras localidades, como la ciudad portuaria de Jersón, en el sur, donde una persona murió y seis resultaron heridas. El Ministerio de Defensa ruso, en tanto, aseguró -como es su costumbre- que había atacado instalaciones militares, y sostuvo que la acción se realizó como represalia por un ataque ucraniano con armas occidentales en la región de Rostov.
Todo esto ocurre un día después de que el líder del régimen, Vladimir Putin, rechazara en su conferencia anual cualquier tregua en este conflicto iniciado con la invasión de Ucrania ordenada por él mismo en febrero de 2022. Durante su conferencia televisada, Putin propuso un «duelo de altas tecnologías del siglo XXI» entre el misil ruso «Oreshnik» y los medios de defensa antiaérea de las potencias occidentales.