Salman Rushdie, el autor cuyos escritos provocaron amenazas de muerte desde Irán en la década de 1980, fue atacado el viernes cuando se disponía a dar una conferencia en el oeste de Nueva York.
Un reportero de Associated Press fue testigo de cómo un hombre irrumpía en el escenario de la Chautauqua Institution y empezaba a dar puñetazos o a apuñalar a Rushdie mientras era presentado. El autor fue cogido o cayó al suelo, y el hombre fue retenido.
Personal del servicio médico y la policía fueron llamados al lugar, según un portavoz de Chautauqua que no dio detalles ni confirmó información sobre el incidente.
Según avanza AFP, la policía del condado de Chautauqua, donde ha tenido lugar la agresión, ha confirmado que una persona había sido apuñalada pero no ha especificado la identidad de la víctima.
«Sólo hubo un atacante», ha asegurado Elisabeth Healey, de 75 años y asistente a la conferencia citada por The New York Times. Ha descrito al agresor como «un hombre con una vestimenta negra ancha» que se acercó a toda velocidad al autor.
En fotografías y vídeos publicadas en redes sociales puede verse a una persona, identificada como Rushdie, tumbada en el suelo sobre el escenario mientras recibe atención médica.
El libro de Rushdie “Los versos satánicos” está prohibido en Irán desde 1988, ya que muchos musulmanes lo consideran blasfemo. Un año después, el difunto líder iraní, el ayatolá Ruhollah Jomeini, emitió una fatwa, o edicto, pidiendo la muerte de Rushdie.
Irán también ha ofrecido más de 3 millones de dólares de recompensa para quien mate a Rushdie.
Una vida dedicada a escribir
Rushdie nació en Bombay el 19 de junio de 1947. Hace 45 años que lo hace pese a las amenazas de muerte pesan sobre él. Su primera novela fue publicada en 1975, se tituló Grimus y no contó con el entusiasmo de la crítica ni de los lectores. Los ‘70 fueron años oscuros para Rushdie: trabajaba de publicista, pero tenía escaso dinero, quería escribir pero no sabía muy bien por dónde atrapar el hilo de la inspiración aunque no dejaba de anotar escenas, e ideas en cuadernos dispersos. Materiales que pudo hilvanar en algún momento para producir una segunda novela que fue éxito inmediato. Hijos de la medianoche (1980) ganó el premio Booker, el galardón literario más importante del Reino Unido, y años más tarde, en 1993, el Booker of Booker, es decir, el premio a la mejor de las mejores novelas de esos primeros 25 años de existencia del premio.
Hijos de la medianoche narra la historia de un niño con poderes paranormales que nace en la medianoche del 15 de agosto de 1947, (pocos meses después del nacimiento de Rushdie, justamente) en el momento exacto de la independencia de India y Pakistán del Reino Unido. El libro provocó cierta controversia en su país por referencias provocadoras hacia la entonces primera ministra, Indira Gandhi. En esta novela ya se vislumbra una interesante mezcla entre la denuncia política, la narrativa de ensueño, cierto realismo mágico rico en imágenes y poderoso a la hora de trastocar el tiempo del relato.
Desde entonces, cada nueva novela de Rushdie profundiza y amplifica esta búsqueda en un trabajo personalísimo con el lenguaje, estructuras narrativas complejas y tramas delirantes. Que sin embargo resuenan en escenas de la realidad política no solo de su país sino de cualquier lugar del mundo donde el poder haga de las suyas. Es decir, literatura universal. Rushdie publicó más de diez novelas, una autobiografía, varios ensayos, cuentos y relatos para chicos.
En Los versos satánicos aparecen ciertas marcas que los religiosos condenaron: por ejemplo, el uso del nombre Ayesha (que fue la esposa más joven de Mahoma) para referirse a una prostituta, llamar bastardo a Abraham, la historia de Salman Farsi (que fue compañero de Mahoma y que aparece ridiculizado en la novela de Rushdie) entre otras alusiones directas.
Sin embargo, estas alusiones pueden leerse desde su inmanencia y en resonancia con otras historias políticas y otros ambientes, es decir, sin la necesidad de conocer el Corán o la situación política de Irán o de Medio Oriente. Esto convierte a Los versos satánicos en un clásico siempre vigente. ¿Qué sería de la literatura sin su fuerza provocadora?
En desarrollo
Parece que la memoria de los iraníes es formidable , ahora Trump tendrá que preocuparse, no lo olvidaran por la muerte que el acepto de un coronel iraní, solo tiene que recordar la memoria de los Iraníes.