Casi tres años después del inicio de la pandemia desatada por el nuevo coronavirus, China ha vuelto al foco de la atención mediática a causa de la covid y las protestas ciudadanas en contra de las medidas restrictivas para frenar el avance de la enfermedad. Para sofocar estas movilizaciones, el Gobierno del gigante asiático ha relajado algunas de las limitaciones y ha reforzado la vacunación de su población.
Para alcanzar una mayor cobertura vacunal, Pekín ha implantado un nuevo método para aplicar las dosis de refuerzo: el receptor debe inhalar y contener la respiración durante unos segundos. Así, el fármaco llega al tracto respiratorio superior para que en los pulmones se active la inmunidad.
Se trata de una nueva forma que está agradando sobre todo a las personas mayores, que, además, de librarse del pinchazo, lo encuentran un método mucho más cómodo.
No obstante, Pekín no es la única ciudad de China que está utilizando las vacunas inhalables. Shanghái, Hangzhou y Tianjin también están usando este sistema para reforzar la inmunidad en la población ahora que se están reportando nuevos brotes de ómicron en todo el país.
