Yalitza Aparicio, nominada al Óscar como mejor actriz por «Roma», cuenta cómo fue que descubierta por el director Alfonso Cuarón.
La historia de cómo le cambio la vida a Yalitza comienza hace cerca de tres años atrás, cuando acompañó a su hermana a un casting que hacían en su pueblo, Tlaxiaco una localidad de 40,000 habitantes en el estado de Oaxaca.
Ella estudiaba y trabajaba como maestra de preescolar, pero alentada por su hermana, encontró el tiempo para asistir a la prueba «para una película». En ese momento no imaginó que se convertiría en toda una celebridad. La manera tan inusual en la que se llevó a cabo el casting, le hizo pensar a la nominada al Óscar y a su familia que podría tratarse, en realidad, de trata de personas.
«En un principio se oponían, cuando pasé a la siguiente etapa en la que tenía que viajar a la ciudad de Oaxaca se asustaron. Buscamos información, pero solo se mencionaba que se trataba de una película que se iba a hacer en México y que buscaban a mujeres de cualquier perfil», narró Aparicio.
Las sospechas aumentaron cuando le dijeron que tenía que viajar a la Ciudad de México para hacer más pruebas. Su madre decidió acompañarla para que no estuviera sola, por cualquier extrañeza que ocurriera. «Venía conmigo a los viajes, al igual que muchas chicas que iban acompañadas por sus maridos o sus papás; mi mamá estuvo conmigo hasta el último momento», explicó.
Y es que tenía que ser ella. Alfonso Cuarón basó el papel de Cleo, la protagonista de Roma, en su niñera de la infancia de nombre Libora «Libo» Rodríguez.
«Fue inmediato. Estoy hablando de Libo. La he conocido toda mi vida. Conozco sus cualidades. Conozco su trato. Conozco esa sonrisa. Fue una de esas veces en las que conoces a alguien y dices: Por favor, espero que ella diga que sí», dijo Cuarón.
Yalitza no fue la única mujer de Tlaxiaco participante en Roma. Su amiga Nancy quien da vida al personaje de Adela, aportó sus conocimientos del mixteco que fueron de gran ayuda en la película. «La conozco desde hace seis años, y después de que hice el casting y quedé seleccionada me preguntaron que si yo tenía alguna amiga que hablara la lengua de mi comunidad, y pensé en ella», apuntó.
La crítica internacional no ha parado en halagos por la interpretación de Aparicio, sin embargo, cuenta que paradójicamente, ello tuvo miedo a la cámara toda la vida.
«Algo curioso que dice mi mamá es que nunca me ha gustado que me tomen fotos y nunca me ha gustado estar hablando frente a la gente. No tengo muchas fotos de chiquita y las que tengo siempre aparezco con cara de susto porque lo primero que hacía era echarme a correr».
El objetivo y reto para Alfonso Cuarón, era mostrarla tal como es, sin poses.»Era tratar de olvidarse de todos los que están detrás de la cámara, y pensar que estabas tú solita y punto. Todo iba surgiendo de acuerdo a cómo lo indicaba el director», explica la ahora actriz.
Yalitza Aparicio no sabía que estaba trabajando con un famosos director mexicano, pero la familiaridad con la que la trataba fue clave para lograr el trabajo de interpretación.
«Desconocía totalmente sobre su carrera y todo lo que hacía, simplemente el hecho de que él me hablara como si fuéramos amigos de hace tiempo y esa confianza que me daba me ayudó a seguir en este proceso», aseguró.
El personaje de Cleo no fue únicamente la llave de entrada para el éxito mundial de la actriz, también es un poderoso ejemplo de vida.
«Cleo es un ejemplo de cómo afrontar los problemas, porque al final la vida es vida, con sus altas y sus bajas, y tienes que salir adelante. Durante la grabación descubrí que su vida fue difícil y dolorosa, pero aún así ella enfrenta todo con una sonrisa. Es una persona increíble», expresó.