La ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la dictadura cubana confirmó que producto a la combustión en el complejo Matanzas existe emisión de gases.
Detalló que un grupo multidisciplinario de expertos ha identificado varias sustancias contaminantes, entre ellas, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y compuestos orgánicos.
Las mayores concentraciones se hallan en la zona cercana al siniestro. Recomendó el uso permanente del barbijo y “no exponerse sin necesidad al aire libre”
Advirtió, además, que la nube tóxica continuará extendiéndose hacia las provincias de Matanzas, Mayabeque y llegaría a La Habana, a 100 kilómetros del incendio.
Un muerto, 121 heridos y 17 desaparecidos es el balance de la explosión de dos tanques de combustible en la ciudad de Matanzas, en el oeste de Cuba, donde continúa la zozobra por el fuego que no se extingue.
Luis Wong, director provincial de Salud de Matanzas, dijo en conferencia de prensa que de los 121 heridos, casi todos por quemaduras, 85 fueron dados de alta, 36 se encuentran hospitalizados, de los cuales cinco están en estado crítico.
Asimismo, se reportan 17 desaparecidos. Son “bomberos que estaban en la zona más cercana” al incendio, dijo la presidencia en su cuenta de Twitter y añadió que “Cuba solicitó ayuda y asesoramiento a países amigos con experiencia en el tema petrolero”.
El dictador Miguel Díaz-Canel declaró que la extinción del incendió “puede tardar”, mientras que el director de Comercio y Suministro de la estatal Unión Cuba-Petróleo (Cupet), Asbel Leal, precisó que el país nunca había enfrentado un incendio de “la magnitud que tenemos hoy”.
El fuego se desató el último viernes por la tarde después de que a las 19H00 locales un rayo impactara en uno de los tanques de la base de supertanqueros situada a las afueras de Matanzas, 100 kilómetros al este de La Habana. A las 05H00 de este sábado el fuego se extendió a un segundo depósito.
“Se sintió el estruendo, como una ola de aire que te llevaba para atrás”, dijo a la AFP Laura Martínez, vecina de la comunidad de La Ganadera, a unos dos kilómetros de la zona del siniestro.
Según las autoridades de Matanzas, el número de evacuados se elevó a 1900 personas.
La capacidad de cada depósito es de 50.000 metros cúbicos de crudo, pero se desconoce la cantidad que contenían al momento de las explosiones. La cantidad de combustible por tanque es equiparable al de 15 piscinas olímpicas.
Ambos forman parte de la base de supertanqueros del área industrial de Matanzas ubicada a casi tres kilómetros de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la principal del país.
La base tiene un sistema de pararrayos, pero la descarga fue de tal magnitud que no la que pudo proteger, explicó al sitio web oficial Cubadebate Rigel Rodríguez, director de la División Territorial de Comercialización de Combustibles Matanzas.
Danger Ricardo, un soldador de 37 años que trabaja en el lugar, no se explica cómo falló el sistema de pararrayos de los tanques.
Los dos tanques abastecen la termoeléctrica Antonio Guiteras, la mayor de Cuba, pero el bombeo hacia esa planta no se ha detenido, añadió Granma.
Varios helicópteros comenzaron a verter agua de mar en tareas de extinción, labor detenida en la tarde por incremento de las llamas. Al final de la tarde, con un fuego menor, se reanudó frente a la bahía de Matanzas, una ciudad de 140.000 habitantes.
El incendio se produce en momentos en que la isla enfrenta desde mayo pasado dificultades de generación de energía debido a la obsolescencia de sus ocho termoeléctricas, roturas y mantenimientos programados, falta de combustibles fósiles y mayor demanda debido al calor veraniego.
El déficit de generación ha provocado apagones de hasta 12 horas diarias en algunas regiones del país, que han causado irritación en la población e incluso algunas protestas en localidades rurales, donde la gente ha hecho sonar sus cacerolas gritando consignas por las noches.
El sistema eléctrico del país tiene actualmente una capacidad de distribución de energía promedio de 2.500 megawatts, insuficiente para la demanda de los hogares en horarios de máximo consumo, que alcanza los 2.900 megawatts, según información oficial.