España tuvo este 16 de febrero una jornada histórica en materia de derechos sociales. El Gobierno de coalición integrado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el izquierdista Unidas Podemos logró que el Congreso de los Diputados aprobara una reforma a la ley del aborto que rige en esta nación desde el año 2010 que será pionera en Europa debido al amplio abanico de derechos del que podrán disfrutar las mujeres en relación a este derecho.
La reforma a la ley del aborto era uno de los pilares fundamentales en la cartera de derechos sociales de los dos socios que integran la coalición de gobierno, ya que, aunque el aborto es universal y gratuito desde que se aprobara la ley en el año 2010 –durante el gobierno del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero- durante el periodo regido por el conservador Mariano Rajoy se llevaron a cabo una serie de pequeñas reformas que restringían algunos puntos.
La nueva reforma fue aprobada en el Congreso con 185 votos a favor y 154 en contra. A favor se posicionaron los partidos de izquierda de la coalición y una mayoría de formaciones nacionalistas y regionalistas y la negativa vino por parte de la derecha, encarnada en el Partido Popular (PP) y la extrema derecha (Vox).
Este cambio convierte a la ley en una de las más progresistas del planeta debido a los cambios pioneros que contiene. De todos ellos destacan especialmente el del derecho a la salud menstrual y el reconocimiento que tendrán las trabajadoras que sufran menstruaciones dolorosas a tomar una baja laboral en España. Se estima que una de cada tres mujeres sufre este dolor crónico, que en muchas ocasiones impide durante varios días que puedan realizar su vida de forma normal.
Los otros puntos importantes de la reforma tienen que ver la garantía de destinar recursos económicos para que los abortos se realicen en hospitales públicos o con universalizar la educación sexual a todas las etapas de la enseñanza en los colegios e institutos de secundaria del país ibérico.
Además, la nueva reforma impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero (Unidas Podemos), revierte algunas de las medidas restrictivas impulsadas durante el gobierno de Mariano Rajoy, como el consentimiento de los padres o tutores legales de aquellas menores de 16 y 17 años y mujeres con discapacidad que quisieran abortar. A partir de ahora podrán hacerlo libremente. También se eliminan los tres días obligatorios que tenía la embarazada para “reflexionar” después de que notificase que quería abortar.
Contradicciones en la derecha con respecto al aborto
La reforma se produce unos días después de que el Tribunal Constitucional de España rechazara el recurso presentado por el Partido Popular hace 13 años contra la ley del aborto vigente y de que avalase la interrupción del embarazo como un derecho legal. Esta decisión ha traído división dentro de la derecha, ya que su nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que el Partido Popular actual sí que está a favor del derecho a la interrupción del embarazo por plazos.
Estas declaraciones han levantado numerosas críticas por parte de los sectores más conservadores y católicos del Partido Popular y han alimentado el discurso radical de la extrema derecha, representada en Vox, al llamar “traidores” a los miembros del Partido Popular y a Núñez Feijóo. Ante la polémica, el presidente de los populares tuvo que salir al paso diciendo que, aunque el aborto es aceptado en numerosos países europeos, no es un derecho fundamental.
La reforma también contempla un veto a cualquier ley que intente coaccionar a nivel regional a las mujeres que intenten abortar. Esto se ha introducido después de que el gobierno regional de la comunidad de Castilla y León (gobernada por PP y Vox) intentara hacer que las mujeres escucharan los latidos del feto antes de abortar.
Vox ha sido el partido que más ha reaccionado a la reforma y ha prometido que de llegar a alcanzar el poder en las elecciones generales previstas para finales de este 2023, derogará toda la ley, haciendo retroceder 40 años lo avanzado en esta materia en España.
La aprobación de la Ley trans fractura a la izquierda y a parte del feminismo
La jornada también estuvo marcada por la aprobación de lo que es la primera Ley trans en la historia de España. Esta era una de los mayores desafíos y promesas del Ministerio de Igualdad de Irene Montero, pero también una de las cuestiones que más enfrentamientos ha protagonizado dentro del seno del feminismo en España y de la izquierda en general.
Lo que ha dividido al feminismo es la norma que garantiza la autodeterminación de género, es decir, que cualquier persona tenga la libertad de nombre y sexo ante el Estado a partir de los 16 años de edad. Y de forma previa con el consentimiento de los padres o tutores legales o por medio de una investigación judicial. Una postura que un sector del feminismo rechaza debido a que permite que personas que nacen sexualmente como hombres puedan llegar a ser consideradas mujeres si así lo desean.
Además, se contemplan otros aspectos como la prohibición total de cualquier tipo de terapia de conversión o ayudas para la reproducción asistida de parejas homosexuales, bisexuales o monoparentales.
La ley ha sido ampliamente defendida desde el Ministerio de Igualdad, varios sectores de Unidas Podemos y el colectivo LGBTIQ+, pero ha sido todo un cisma entre varios grupos. Irene Montero celebró la aprobación parlamentaria haciendo gestos de victoria a las asistentes invitadas al pleno del Congreso y reconoció que esto “solo es un primer paso”, ya que todavía hay identidades de género que todavía no ha podido reconocer esta ley.
La polarización política en España en torno al Ministerio de Igualdad ha aumentado en los últimos meses, especialmente desde la aprobación contra la violencia hacia las mujeres, conocida como ‘Ley del solo sí es sí’. Este texto, que en un principio contaba con el apoyo del Partido Socialista, ha estado en el ojo del huracán ante lo que parecen ambigüedades en la norma que han permitido que personas condenadas por violación vean reducidas sus condenas.
La derecha ha asegurado que combatirá también la Ley trans y ha lamentado que se trate de una nueva ley que “seguramente” vuelva a generar los problemas que ha causado la ‘Ley del solo sí es sí”.